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Tuxtepec, la tumba de Casandra, Fátima, Wendy, Itzel, Isabel…

Casandra es el caso más reciente de las desapariciones y feminicidios ocurridos en este municipio oaxaqueño, considerado una foco rojo para las mujeres

Escrito en ESTADOS el

OAXACA DE JUÁREZ. - El seis de mayo de 2020, Casandra R.S. salió de casa en busca de empleo. Cinco meses después, el pasado 6 de octubre, sus restos fueron entregados a su familia. La joven había sido asesinada y posteriormente hallada en una fosa clandestina en Tuxtepec, uno de los puntos de Oaxaca con mayor incremento de violencia contra las mujeres. 

En un municipio en donde a esa fecha habían desaparecido Fátima, Wendy, Itzel e Isabel, la madre de Casandra, horas antes de su desaparición, tuvo un mal presentimiento y le pidió a otra de sus hijas le tomara una fotografía por si ella no volvía a casa.

“Yo misma le pedí a su hermana: tómale la foto porque de seguro al rato la vamos a andar buscando. Y es hoy la fecha que me dicen de eso que ella era, pero a partir de que encontraron la fosa yo dije: es ella”, expresó Isabel después de haber recibido los restos.

Casandra, víctima de feminicidio, salió de su casa para ir a buscar empleo. Era el sostén de dos hijas. No contaba con apoyo económico de su expareja. Bajo esas circunstancias de precariedad el ofrecimiento de 800 pesos semanales por tres días como trabajadora del hogar, la hicieron caer en una trampa. La joven de 23 años de edad fue contactada vía Facebook por una persona que se hizo llamar Abilene Pulido. Después de ello no volvió a casa. 

En junio, luego de detener a Omar B.G como presunto responsable de la desaparición de Casandra, Fátima, Isabel e Itzel, las autoridades hallaron una fosa clandestina con cuerpos de tres mujeres. 

(Cuartoscuro)

Antes de que se confirmara que los restos hallados en la fosa correspondían a Casandra, Isabel, su madre acudió a la fosa a depositar flores, colocar una veladora y rociar agua bendita. Ese día acudió con sus nietas, hijas de Casandra, a quienes tuvo que explicar que su madre ya no volvería con ellas.

“Una de las niñas me preguntó: ¿a qué venimos aquí abuela? ¿Qué hay en ese hoyo? Y yo les dije que su mamá se había ido al cielo”.

Tuxtepec, la tumba de mujeres oaxaqueñas

De acuerdo con datos de la organización feminista, Consorcio Oaxaca, San Juan Bautista Tuxtepec es el municipio más violento para las mujeres por número de desapariciones y feminicidios. De los 60 feminicidios en la entidad registrados entre los meses de enero a junio, el 65 por ciento se registran en la región de la Cuenca. Mientras que de forma específica en San Juan Bautista Tuxtepec han ocurrido el 60 por ciento de los 71 feminicidios en la región durante el sexenio de Alejandro Murat Hinojosa.

(Cuartoscuro)

“Nuestra hermana, aunque no de la manera que esperábamos, regresó con nosotras. Queremos que sus familiares sepan que estamos con ustedes, en cuerpo y alma, con dolos y esperanza. Y que rogamos porque su hija reciba la justicia que merece”, escribió Tux Fem, colectiva feminista que ha dado seguimiento a cada caso de mujeres desaparecidas en aquella región del estado.

El feminicidio, de acuerdo con la definición acuñada por la antropóloga Marcela Lagarde, está conformado por el conjunto de hechos violentos misóginos contra las mujeres, que implican la violación de sus derechos humanos, atentan contra su seguridad y ponen en riesgo su vida. Culmina en la muerte de algunas mujeres. 

“Se consuma porque las autoridades omisas, negligentes o coludidas con agresores ejercen sobre las mujeres violencia institucional al obstaculizar su acceso a la justicia y con ello contribuyen a la impunidad. El feminicidio conlleva la ruptura del Estado de derecho ya que el Estado es incapaz de garantizar la vida de las mujeres, de actuar con legalidad y hacerla respetar, de procurar justicia, prevenir y erradicar la violencia que la ocasiona. El feminicidio es un crimen de Estado”.