El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió ayer en Twitter contra la empresa industrial con base en Indiana Rexnord, la cual está moviendo su planta y puestos de trabajo a México.
Tras cinco meses sin mencionar el tema Trump sugirió gravar las importaciones de la Rexnord, que en 2016 inicio el traslado de alrededor 300 puestos de trabajo desde Indiana a Nuevo León.
La reacción de Trump se produjo luego de que el programa Nightly News the NBC informara sobre dicho movimiento de la empresa.
‘Rexnord de Indiana llegó a un acuerdo durante la Administración (del ex Presidente Barack) Obama para mudarse a México. Despidió a sus empleados. Gran impuesto a lo que se venda en Estados Unidos’, publicó Trump.
La fábrica emplea a unas 350 personas y había dicho anteriormente que el traslado a México le ahorrará 30 millones de dólares anuales, según un informe de The Wall Street Journal.
Hasta el momento Rexnord no se ha pronunciado sobre la nueva amenaza del mandatario estadounidense.
Sin abundar en la vía para imponer el gravamen, Trump revivió así un tema del que se había olvidado desde el 2 de diciembre pasado, cuando había denunciado a la empresa por el traslado de empleos.
Desde el 27 de marzo pasado, y sin que Trump se pronunciara, Rexnord avanzó con el anuncio de los despidos de sus trabajadores en Indianápolis.
Según medios locales en esa ciudad, desde febrero la compañía estaba ya entrenando a empleados mexicanos y sacando maquinaria.
‘Es difícil de creer que el Presidente de Estados Unidos cumpla con gravar a Rexnord’, dijo ayer Chuck Jones, el líder sindical que representa a los trabajadores de la compañía, a la cadena ABC.
El dirigente de la sección 1999 de sindicato de trabajadores del acero fue también el foco de insultos de Trump desde diciembre, pues el entonces Presidente electo había calificado como "terrible" su liderazgo y que por lo tanto no era sorpresa que las empresas se fueran.
Además, Jones también es representante de los trabajadores en la fábrica de aires acondicionados Carrier en Indianápolis, que detuvo el envío de 900 empleos a México gracias a la intervención de Trump y el vicepresidente y entonces Gobernador de Indiana, Mike Pence.
Con información de Reforma