Uno de los proyectos más trascendentes del actual presidente de México, Andrés Manuel López obrador, es el Tren Maya que tiene su polaridad en una obra de infraestructura estatal en Guanajuato: el Tren Interurbano.
Por un lado el Tren Maya es un proyecto que nació en la más reciente campaña de López Obrador y que se puso en marcha al menos en su prospección desde diciembre pasado. Mientras que el Tren Interurbano es una obra que tiene 25 años en el tintero de los gobiernos guanajuatenses. Ambos son ambiciosos y con un alcance de gran impacto.
El Tren Maya es un proyecto enclavado en el sureste de la República, un transporte turístico que recorrerá 5 estados: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Aunque simbólicamente su construcción comenzó en diciembre pasado se plantea que se termine en el 2022 con 16 estaciones en su trayecto de más de 1500 kilómetros de longitud.
El proyecto guanajuatense del Tren Interurbano tiene como primera etapa la conexión de León con Celaya con una ruta que plantea realizar 22 mil viajes al día por el corredor industrial del estado, agilizando así la conectividad y disminuyendo el tráfico en las carreteras guanajuatenses y por ende los accidentes en las mismas.
AMLO ha enfrentado una severa oposición a su proyecto por parte de diferentes actores, desde políticos, activistas, asociaciones, líderes sociales e incluso los pueblos indígenas.
“A este Tren le ponen un apellido que se ha vuelto un producto de valor económico. Ahora resulta que la palabra maya ya tiene un precio muy bueno. Tenemos, por ejemplo, una línea de autobuses que se llama Mayab, que de maya no tiene nada, tenemos una Riviera Maya donde ningún maya tiene chance de estar allá y, por si fuera poco, ahorita viene también el Tren Maya”, criticó Stalin Bello Rendón, secretario particular del Instituto para el Desarrollo de Pueblos Mayas y las Comunidades Indígenas (Inmaya).
Aun así la postura del Presidente de la República sigue siendo la de echar andar este proyecto que tiene como objetivo impulsar la economía de esta región del país y darle valor a las comunidades que y habitantes de la zona.
En cuanto al Tren Interurbano y su estado actual, la situación es diferente. El proyecto contempla una ruta la cual ya tiene el derecho de vía, además de que graciaS a un acuerdo con Ferromex algunas vías ya instaladas se podrán utilizar para no tener que instalar todo nuevo.
En cuanto a la inversión que será de poco más de 20 mil millones de pesos, el Gobierno del Estado ha logrado ingresar el proyecto a Hacienda para conseguir una clave y así poder entrar al próximo presupuesto de egresos del Gobierno Federal.
Aunque aún no se ha destinado o comprometido ningún presupuesto, este folio que la Secretaría de Hacienda le ha otorgado al Tren Interurbano es un paso muy importante para el proyecto, así lo declaró el gobernador de Guanajuato Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.
“Me confirmaron que el Tren Interurbano de Guanajuato tiene registro en (la Secretaría de Hacienda) tiene una clave en Hacienda, nunca había tenido y para que un proyecto aparezca en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) debe tener un registro, un folio, y ayer nos confirmó el subsecretario Nuño, ya nos mandó el folio, de que está registrado el proyecto interurbano”, anunció el gobernador.
Los dos proyectos le apuestan a la movilidad y a la velocidad en la conectividad, cada uno con distintas formas.
El Tren Interurbano busca potenciar el corredor industrial del bajío en su primera etapa con 158 kilómetros de conexión, un proyecto grande pero viable. Una segunda y tercera etapa sería conectar a este tren a Querétaro y Guadalajara.
Por su parte el Tren Maya quiere aumentar el turismo en la zona Maya del país, y aunque sus 1,500 kilómetros confirman su impacto económico, son los mismos mayas y habitantes de al región quienes piensan que el tren solo favorecerá a unos cuantos como hasta ahora lo han hecho los grandes proyectos turísticos de la región.