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Tras ataque con ácido, María Elena no lleva ni 10% de recuperación

A cuatro meses del ataque, la saxofonista oaxaqueña no lleva ni el diez por ciento de recuperación tras las quemaduras en piernas, brazo, pecho y rostro; los médicos estiman que el tratamiento podría prolongarse más de tres años

Escrito en ESTADOS el

Tenía sólo seis años cuando en ella nació el sueño de ser saxofonista. El primer acercamiento fue con la banda de música municipal. Desde ese momento quedó flechada, relata Silvia Ríos, hermana de María Elena Ríos la joven oaxaqueña quien, tras el ataque con ácido, ahora lucha por su salud.

María Elena, de 26 años de edad, estudió la licenciatura en Comunicación Social a la par de su pasión artística. “Esto es mi vida”, le compartió a su hermana tras la clausura del Primer Encuentro de Directores de Banda del Estado de Oaxaca, un día antes del ataque ocurrido en el interior de su casa en Huajuapan de León, el 9 de septiembre de 2019.

A cuatro meses de aquello, la saxofonista oaxaqueña María Elena Ríos Ortiz no lleva ni el 10 por ciento de recuperación tras las quemaduras en piernas, brazo, pecho y rostro. Las estimaciones médicas apuntan a que el tratamiento podría prolongarse más de tres años sin que ello garantice la normalidad en la piel lastimada. Las secuelas serán permanentes.

La saxofonista fue dada de alta este lunes del Centro Nacional de Investigación y Atención a Quemados de la Ciudad de México a donde fue ingresada el 13 de diciembre, luego de que su cuerpo aceptó los injertos de piel.  Ahora seguirá en casa el proceso de cicatrización y regresará al hospital dentro de un mes para continuar con el tratamiento.

Una vez que se haya completado el proceso de cicatrización podrían iniciar el proceso de rehabilitación y cirugías con un pronóstico de tres a cuatro años, sin embargo, su vida no podrá ser como antes. Con las intervenciones médicas podría recuperarse hasta en un 70 por ciento.

Actualmente María Elena Ríos Ortiz ya se encuentra en su casa en Huajuapan de León bajo el resguardo de elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), debido al riesgo que enfrenta como sobreviviente de intento de feminicidio.

Mientras tanto, el presunto responsable intelectual Juan Antonio Vera Carrizal continúa sin ser presentado ante las instancias de procuración de justicia. No obstante, la semana pasada, desde la clandestinidad, difundió entrevistas a modo en las cuales se deslindó de los hechos, y, a diferencia de la primera ocasión en la que salió a medios en donde aseguró sólo haber tenido una relación laboral con María Elena Ríos Ortiz, en ésta última reconoció que tuvo una relación “sentimental”.

Además de causar trauma psicológico, los ataques con ácido provocan dolor agudo, desfiguración permanente, posteriores infecciones, y a menudo ceguera en un ojo o en ambos. En abril de 2019, la Cámara Federal de Diputados planteó castigar con penas de hasta 20 años de prisión a quienes incurran en este hecho.

De acuerdo con el dictamen presentado por el poder legislativo federal, es necesario distinguir las lesiones dolosas de las lesiones cometidas contra mujeres en razón de su género. Además de las secuelas físicas y psicológicas esa violencia física puede seguir escalando por parte del agresor hasta culminar en feminicidio.

María Elena conoció a Vera Carrizal por medio de un conocido quien la invitó a integrarse al área de comunicación social y manejo de redes sociales, del entonces diputado. La relación primero fue laboral y después de pareja en la que prevalecía la violencia y control hacia ella.

“De música muerta de hambre no vas a salir”, “Cuidado y vas a andar de zorra”, “No me vayas a hacer pendejo”, “¿Dónde estás?, ya pasé afuera de la casa de tu hermana y no estás ahí”, “Eres igual de zorra que todas”, eran parte de las ofensas que de manera frecuente le fueron pronunciadas a María Elena.

Tras lo anterior ella decidió terminar dar por concluida la relación hecho que habría enojado al también empresario gasolinero y llevado a mantener el hostigamiento vía telefónica durante varios meses, primero en whats app y luego con mensajes privados vía Facebook, dado que María Elena lo había bloqueado en su teléfono. Las evidencias están en manos de las autoridades.


(Brenda Lugo)