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“Tenemos esperanza, hay fe en volverla a ver”: familiares de Casandra

Aún no hay pruebas de ADN que confirmen la identidad de los cuerpos hallados en fosas clandestinas

Escrito en ESTADOS el

OAXACA.- La noticia fue como un golpe, de esos que nadie advierte, fuerte, que no deja lugar a ningún otro pensamiento más que el dolor. “Nos dio para abajo”, expresa Karen América Ramírez, hermana de Casandra, desaparecida el 6 de mayo.

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Con la confesión del presunto autor material de la desaparición, la Fiscalía informó a la familia que el cuerpo de Casandra había sido hallado en una fosa clandestina. Sin una prueba de ADN que confirme que los restos corresponden a la joven, la familia atesora la esperanza de poderla hallar con vida. “Tenemos fe en volverla a ver”. Casandra es una de las cuatro mujeres desaparecidas en Tuxtepec Oaxaca, de marzo a abril de este año.

“Solamente nos queda esperar los resultados, nos habían comentado que posiblemente nos darían los resultados de ADN de mi hermana en una semana, pero al parecer no, será más tiempo por el estado de descomposición de los cuerpos que hallaron. Sólo nos queda esperar a que nos confirmen por medio de resultados, nos confirmaron por medio de palabra no por algún documento”, indica Karen tejiendo esperanzas.

Desde la desaparición de Casandra, madre de dos niñas, la familia no ha pensado en una posibilidad distinta a encontrarla con vida y volver a abrazarla, aún en estos momentos en que los indicios apuntan a un desenlace fatídico.

Mi madre parece estar aceptándolo, pero yo como hermana y por lo que he platicado con mi padre, seguimos con la esperanza, esperando los resultados, no importa si sea una semana, un mes o un año, vamos a esperar porque tenemos esa fe de volverla a ver

Por ahora la búsqueda se ha paralizado, ya no hay más lugares a dónde ir -señala- con la veracidad que le otorgan un mes de rastreo incansable, de hacer escuchar su voz con marchas y exigencias.

No sé, creo que es que no lo acepto, no deseo que les haya pasado lo que les pasó, no quisiera que fueran ellas y en especial que fuera mi hermana porque viendo las fotos que vimos, se ve que sufrió mucho, tenía golpes, costillas rotas, le faltaba un diente, estaba desnuda, quizá la violaron, la golpearon y yo llegué a pensar que la enterraron viva porque el estado en el que la enterraron no fue extendida, fue en estado fetal, como que ella se enconchó por decirlo así

El día que salió de casa, Casandra lo hizo para ir a buscar empleo. Con dos hijas a su cargo y sin el apoyo económico de su expareja, el ofrecimiento de 800 pesos semanales por tres días laborando como trabajadora del hogar, la hicieron caer en una trampa. Fue contactada vía Facebook por una persona que se hacía llamar Abilene Pulido, contactó su familia en los mensajes hallados en su cuenta de mensenger.

(Fotos Cuartoscuro)

“Estamos sufriendo mucho, son varios sentimientos los que surgen (…) nos estamos envenenando el corazón con esta rabia porque no podemos hacer nada ni debemos hace nada, no nos mancharemos las manos con esa persona. Lo que nos queda es rezar para que ella no esté en la oscuridad”.

“Ella tiene que descansar en paz y nosotros aquí hacer justicia”

Lucía Moreno Carlos enfrenta con fuerza el terror de vivir la desaparición y asesinato de una hija. “Ella tiene que descansar en paz y nosotros aquí hacer justicia. Ese rufián no puede quedar fuera. Voy a luchar hasta el final y pido justicia por mi hija y por todas las muchachitas que fueron desaparecidas y asesinadas”, expresa con voz firme forjada a fuerza de dolor y coraje.

Fátima desapareció el 2 de marzo del año pasado y cuatro meses después fue hallada en una fosa clandestina, al igual que los cuerpos de Casandra R., Itzel G. e Isabel P.; habrían sido asesinadas por una misma persona, Omar B. G, quien bajo el seudónimo de “Julio Pulido” actuó en la impunidad durante todo ese tiempo hasta ser detenido.

En un estado en donde las oportunidades de empleo para las y los jóvenes son pocas y la pobreza se encuentra instaladas a sus anchas, Fátima fue captada por una falsa promesa de trabajo en la que le proponían ser empleada de mostrador en una ferretería. Ella fue contactada por Facebook y recibió indicaciones por messenger para que se trasladara lo más pronto posible.

El 2 marzo de 2019 la joven, quien recientemente había cumplido 18 años, tomó un taxi que la llevó al a casa Geo en Tuxtepec, Oaxaca, una de las regiones que concentra el más alto índice de asesinatos de mujeres. Ahí la esperaba Omar, quien en su declaración admitió haber asesinado a Fátima el mismo día en que la vio.

Lucía Moreno fue llamada por la fiscalía el pasado fin de semana para informarle sobre el hallazgo del cuerpo de la joven Casandra. “Señora, Omar, así como dio señas de dónde estaba una fosa, dio lugares y en el caso de Casandra, es probable que sea Casandra la que está en la fosa. Ese mal nacido ya lo dijo, declaró que Fátima fue… hizo lo que quiso con ella el mismo día que se la llevó”, relata Lucía.

Durante la búsqueda de su hija, Lucía encontró la clave en el mesenger de Fátima. Ahí leyó la forma en la que su hija fue enganchada por una persona con el perfil de Julio Pulido. “Ella tomó taxi de la colonia Santa Fe y se bajó por casas Geo. Pasará un muchacho por ti, le dijo. Es como él se contactó. Coincide con el caso de Casandra e Itzel que se iban a encontrar en casas Geo y que la ferretería estaba por los Álamos”.

Hasta este momento, el cuerpo no ha sido entregado a la familia y todavía habrá que esperar los resultados de la prueba de ADN que fueron tomados para corroborar que efectivamente el cuerpo sea el de Fátima.

Violencia y pobreza facilitaron feminicidios

“El tal Julio Pulido me ofreció trabajo en marzo de cajera en una ferretería en Los Álamos. Gracias a Dios escuché a unos amigos y a mi mamá de no ir”. El mensaje es de Heidi, la joven que salvó la vida al rechazar la oferta de empleo de Omar B.C, presunto feminicida de Casandra, Itzel, Isabel y Fátima.

Tanto Fátima como Casandra fueron contactadas por su asesino vía Facebook bajo los perfiles falsos de Julio Pulido y Adilene Pulido, respectivamente. Las conversaciones halladas en sus cuentas de Messenger así lo constatan.

Días antes de su desaparición, Casandra, quien tenía sobre sí la responsabilidad del cuidado y manutención de sus dos hijas, hizo público su deseo de conseguir empleo a través de una página en la red social. Al poco tiempo fue contactada por el perfil de Adilene Pulido.

“Hola amiga aun buscas empleo?? Te comento que busco a alguien que aga el aseo en una casa. 3 dias x semana sueldo de 800 (sic)”. Aquél fue el mensaje que hizo que Casandra asistiera al punto en donde fue captada por su asesino.

Otro mensaje, enviado por la cuenta Julio Pulido muestra la oferta de empleo que le hizo a otra joven, quien finalmente no aceptó. En ésta prometía un puesto como cajera en una ferretería por una paga de mil pesos semanales en un horario de 8 de la mañana a 6 de la tarde de lunes a viernes y de ocho de la mañana a dos de la tarde en sábado. En la conversación Julio Pulido se nota insistente en saber la edad la de joven.

Aquél encuentro virtual ocurrió en marzo, Heidi fue una potencial víctima sin embargo no aceptó la oferta debido a que el lugar era muy retirado de su casa. “Les pido que salgan con precaución en compañía de su familia o amigos que las puedan defender. ¡No acepten trabajos por redes sociales (…) Mi pésame para la familia de las chicas que no están con nosotras!”, escribió en su muro.

En Oaxaca, uno de los estados con mayor población de pobreza en el país, las mujeres enfrentan de manera más severa la precarización. Una gran parte de la población femenina vive desempleo, en tanto que quienes laboral lo hacen con salarios injustos o en empleos informales.

“En México ser mujer es una condición de que aumenta la probabilidad de ser pobre, de tener imposibilidad de satisfacer necesidades básicas. Esta situación se agudiza si además eres indígena y se profundiza si habitas en zona rural, empeora si eres menor de edad” Charlynne Curiel, antropóloga feminista.

La especialista en temas de género indicó que hay una serie de estrategias y mecanismos bien organizados y echados a andar para captar a mujeres con este perfil en pobreza quienes resultan ser vulnerables ante la necesidad de obtener ingresos para satisfacer sus necesidades básicas.

En este sentido manifestó que tienen que cambiar las condiciones estructurales y económicas para que asegure que las mujeres accederán a un trabajo sin estar en una condición de riesgo.

“Estos últimos eventos deben de ponerse en un contexto más amplio, de condiciones estructurales económicas, de desempleo, marginación, desatención por parte del estado, así como la violencia”.