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Temen pobladores por “ecocidio” de Bachoco en Pijijiapan

Río San Diego es contaminado por los desechos que genera la empresa norteña; “tibias”, las autoridades municipales para tratar el tema, advierten pobladores

Escrito en ESTADOS el

PIJIJIAPAN.- Con la promesa de que sería un importante empleadora de mano de obra local y que abonaría a un medio ambiente sano, la empresa sonorense Bachoco se estableció en este municipio de la Costa chica de Chiapas hace casi dos años, pero con una realidad distinta: solo ocasiona contaminación y enfermedades en al menos 3 mil familias.

Ubicada a menos de un kilómetro de la colonia La Central, sobre la carretera Tonalá-Pijijiapan, la compañía especializada en la cría y procesamiento de pollos incumplió una de sus promesas, debido a que durante casi todo el día, de sus instalaciones emana un olor que ha afectado la salud de los pobladores no solo de esa localidad, sino de otras más como Lázaro Cárdenas, El Fortín, Santa Virginia y La Conquista.

Incluso el río San Diego, que atraviesa a casi 100 metros de la misma, ya comienza a “pagar la factura”, pues sus aguas también se contaminaron debido a que “Bachoco” utiliza una manguera negra que llega hasta su cauce para, presuntamente, “liberar” residuos.

Lo peor es que, durante un recorrido que efectuó el reportero de La Silla Rota, se observó cómo la empresa de talla internacional y con al menos seis décadas en el mercado nacional también incumple con las normas sanitarias establecidas para su operación porque, en vez de usar hornos para cremar los desperdicios de las aves, lo que hace es enterrarlos en la parte trasera de las cerca de 30 hectáreas de donde está establecida (de las cuales ocupa como 10 “hectáreas”).

De hecho, se percibe una serie de montículos y otras fosas de grandes dimensiones en donde se supone son enterrados los restos; en algunos casos se denotan grandes cantidades de huesos y plumas de esas aves. Sin embargo, en los alrededores sobrevuelan decenas de zopilotes, en espera de “recuperarlos” para alimentarse.

De acuerdo con habitantes de La Central, el problema es mayúsculo porque esos animales desentierran los huesos y otros residuos y se los llevan al afluente, lo que genera más contaminantes para sus aguas, y pondría en mayor riesgo a las poblaciones cercanas que se abastecen de las mismas.

Bachoco, la cual obtuvo su permiso de funcionamiento en la administración pasada emanada del Verde-Ecologista, que encabezó el entonces presidente municipal Aristeo Trinidad, no ha dejado beneficios a las comunidades de Pijijiapan

CENTRO DE DERECHOS HUMANOS SIGUE EL CASO

Nataniel Hernández Núñez, director del Centro de Derechos Humanos “Digna Ochoa”, con sede en Tonalá, acompaña a un grupo de habitantes que le solicitó el respaldo para recabar evidencias del “ecocidio”.

Lo más preocupante, señala en entrevista, es que Bachoco no solo genera problemas en Pijijiapan, sino que con sus granjas también ha dañado el ambiente de Tonalá y Arriaga, “porque es común que entierre sus desechos en fosas, sin tomar en cuenta u obedecer el protocolo de manifiesto de impacto ambiental, el cual señala que tiene que incinerar los mismos, no enterrarlos”.

Aclara que ya dieron a conocer el caso a las autoridades municipales, sin embargo evidencia que hay poco interés para que intervengan, “pedimos una inspección de Salud y de Protección Civil para detectar estos riesgos o ‘focos de infección’, y de ahí lo que determine la autoridad”.

Para Juan Carlos Marroquín Cruz, exagente municipal de La Central, es una cuestión preocupante porque ahora es el río el que ya está contaminado, “la gente ya ni se baña en él, porque los zopilotes arrastran los desperdicios, se cagan en las aguas, y eso es grave”.

Advierte que desde que se estableció Bachoco en Pijijiapan se registraron las irregularidades, pues a los ciudadanos nunca se les avisó que ésta llegaría, “y prometieron que no contaminarían, que tenían hornos, pero es mentira, porque el ‘huesamento’ (sic) lo tiran al aire libre”.

ENFERMEDADES ESTÁN A LA ORDEN DEL DÍA

Recuerda que, hace poco tiempo, la clínica de la zona estaba “llena” de pacientes por situaciones que, según él, están relacionadas con la contaminación generada por la empresa.

A pesar de este panorama y de que el actual Ayuntamiento de Pijijiapan, encabezado por el alcalde Héctor Meneses, está sabedor del mismo, critica que hasta el momento no obtengan una respuesta a su demanda; “dijeron que analizarían el caso, pero no vemos ni un solo movimiento”, evidencia.

Por su parte, Amada Méndez López, pobladora de La Central desde hace más de 60 años, advierte que desde que esa compañía se estableció allí, las enfermedades han aumentado entre sus vecinos: dolores de cabeza y cuerpo, además de vómitos y diarreas, son parte de los daños.

También asegura que la pestilencia se percibe durante todo el día, cuando hace unos meses solo ocurría por las noches, “ya está a toda hora, por eso todos se enferman, e incluso yo hace unos días mi salud se complicó”.

Tras lamentar que mucha gente no se interesa por esta problemática, sobre todo por el daño que les ha ocasionado a su salud, pide que la empresa se vaya del pueblo o al menos que repare el daño, “¿y adónde nos vamos a meter a respirar? Si aquí es nuestra comunidad, y aquí respiramos todo ese aire contaminado”.

El temor para las familias es que con las lluvias los desechos sean arrastrados hasta el río y el problema sería mayor. Por ello, advierten que la última opción que les quedaría es bloquear el acceso a Bachoco hasta que cumpla o se vaya de Pijijiapan.

Aunque para Nataniel Hernández, el siguiente paso sería acudir ante las secretarías de Salud, del Medio Ambiente e Historia Natural o del Medio Ambiente y Recursos Naturales, “aunque no tenemos mucha confianza en estas instancias”.