CD. VICTORIA.- Trabajadores mexicanos que todos los días cruzan la línea fronteriza entre México y Estados Unidos expresaron su preocupación por la posibilidad de que les niegue el ingreso ante las disposiciones del presidente Donald Trump de restringir el ingreso ante la propagación de coronavirus, toda vez que podrían perder su empleo.
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José Luis Hernández, quien trabaja en una bodega en Brownsville, Texas, piensa quedarse con amigos o familiares del lado estadunidense, ante el temor de después no pueda entrar e ir a su trabajo.
“Tengo que regresar a Matamoros a ver a mi esposa, hijos, ir por ropa y demás. Pero también está el riesgo de que no nos dejen entrar y entonces perder el trabajo”.
Tanto José Luis, como Sonia Fernández y María Huerta son tres de miles de mexicanos que a diario cruzan el río Bravo para ir a trabajar en las ciudades de Laredo, MacAllen, Brownsville, Harligen, Edinburg y alguna otra de las localidades del valle del Río Grande. Los tres tienen temor de que no puedan retornar a su trabajo.
Sonia Fernández, quien trabaja en una tienda de ropa en el Mall de la 10, mencionó: “nos dicen que no hay problema con nosotros que venimos a trabajar. Que la restricción es para los turistas, para quienes vienen de compras. Pero en verdad no sabemos, no tenemos información, por lo cual si hay temor”.
“Los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza nos conocen bien, pues pasamos todos los días para ir a trabajar. Tenemos nuestros documentos en orden y demás, pero si hay preocupación”, agregó.
María Huerta, quien trabaja de mesera en un restaurant en MacAllen, externó su temor: “Yo si tengo temor pues los casos de coronavirus se han incrementado dos en Mission, dos en Laredo, y ya hay también aquí en Mac Allen, como soy mesera a cada momento me lavo las manos y me coloco gel antibacterial, pero como quiera hay temor al contagio”.
“Pero ahora esto de que pueden restringir el ingreso a Estados Unidos para venir a trabajar, eso sí me tiene con preocupación y temor. Yo estoy pensando quedarme en MacAllen, buscar una amiga que me de alojamiento no sé por cuantos días, mientras pasa esto”.
Mario Martínez, quien trabaja en una refaccionaria, dijo: “la ventaja que tenemos es que casi todos los que trabajamos en el lado americano tenemos un familiar o amistades donde poder quedarnos unos cuantos días”.
“Somos personas que a diario cruzamos la frontera, vamos a trabajar y regresamos a nuestras casas, con nuestras familias. Además, quedarse a dormir del lado americano significa tener que gastar en comprar al menos comida”.
Continuó diciendo que en algunas tiendas, comercios y empresas, a los empleados les han entregado cubrebocas, gel antibacterial, guantes e indican lavarse las manos cada 15 o 20 minutos, pero no en todas es así.
Serafín Lavín, quien trabaja en el ramo de la construcción, e igualmente todos los días cruza de Nuevo Laredo a Laredo, Texas, expresó: “se dice que en el lado americano los casos han aumentado, que hay enfermos hospitalizados en Laredo, Mission y MacAllen, por lo que sí existe temor al contagio, pero que vamos hacer hay necesidad de trabajar y ni modo”.
Pero ahora lo que más preocupa es que no nos vayan a dejar entrar, que restrinjan la entrada a quienes venimos todos los días a trabajar. Eso si nos afectaría mucho pues es perder el trabajo, el ingreso
Aseguró que él también está pensando en quedarse del lado americano unos días, en tanto se tiene información y se aclaran las cosas sobre esta situación de limitar la entrada a los Estados Unidos.
Flor Hernández, quien trabaja en un restaurant de comida rápida, apuntó: “del coronavirus a lo mejor no me contagio o si me enfermo me recupero, pero perder el trabajo por no poder cruzar la frontera eso ya es otra cosa. Tengo hijos que mantener, ayudo a mi mamá. Así que perder el empleo es una situación más grave para lo cual no estoy preparada”.
Es así que muchas empleadas, obreros y trabajadores han preferido quedarse del lado americano, no venir con sus familias a pasarla noche, hasta tener la certeza de que no se verán afectados por las restricciones en el ingreso al vecino país del norte, para trabajar.
Filtros sanitarios carecen de termómetros
Mientras que los casos sospechosos de Covid-19 van en aumento, los filtros sanitarios no funcionan correctamente debido a la falta de aparatos para medir la temperatura de las personas.
En las centrales de autobuses de Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo hay puestos de la secretaría de Salud en donde el personal médico se limita a preguntar a la persona si tiene dolor de cabeza, garganta o algún otro malestar.
El medir la temperatura no se realiza debido a que no cuentan con los aparatos para ello.
Otro tanto sucede en los aeropuertos de Tampico, Victoria, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo en donde los pasajeros entran y salen sin ser revisados sobre su estado de salud.
En la Central de Autobuses de Victoria no se encontró ningún filtro sanitario y por tanto los pasajeros no eran revisados.
En tanto la secretaría de Salud y la Dirección General de Recursos Humanos instalaron filtros en la Torre Bicentenario, Palacio de Gobierno y otros edificios que albergan oficinas de la administración para hacer a empleados y publico la toma la temperatura corporal a través de termómetros digitales de láser infrarrojo, después se aplica gel antibacterial y al finalizar se les realiza una pequeña encuesta.