Main logo

Taxis piratas retan a autoridades del transporte

Conductores de estas unidades sin permiso afirman que no dejarán de prestar el servicio a la cresta de los cerros, por caminos empedrados y empinados

Escrito en ESTADOS el

MONTERREY.- Dice llamarse Roberto, “así nada más”; viste playera, un pantaloncillo corto, tenis y tiene el pelo recogido en una coleta: “solamente nosotros subimos y damos el servicio, nadie más sube, ni los llamados legales, mucho menos el Uber, que nos regularicen, pero que no nos quieran ver la cara y retirarnos del trabajo”, expresa al referirse a las autoridades de la Agencia del Transporte Urbano, que la ha emprendido contra los taxis ilegales.  

Roberto forma parte de un base de taxis sin permiso, piratas que dan servicio a la cresta de los cerros, por caminos empedrados, empinados y sinuosos, con pandillas y drogadictos. Hay diversas bases en distintas zonas metropolitanas, “cobramos 30 pesos la subida”, anuncia.

El martes, conductores de taxis piratas del municipio de Juárez impidieron que la Agencia Estatal del Transporte (AET) sacara de circulación los vehículos irregulares con los que trabajan, por lo que estos les robaron los celulares a los elementos.

Los hechos se registraron en la avenida Arturo B. de la Garza en su cruce con Teófilo Salinas Garza y los inspectores de la AET discuten con los automovilistas de los carros tipo Tsuru, que suelen ponerse al exterior de un centro comercial.

Los agentes estatales colocan sellos de fuera de servicio a algunos vehículos, sin embargo, fueron los propios taxistas quienes los quitaron. Al final, no hubo más que gritos y la calma volvió.

El nuevo titular de la Agencia Estatal del Transporte, Noé Chávez, asegura que meterá a todos en cintura, al orden y que los taxis de las aplicaciones se les dará un permiso hasta por un año en principio, pero limitará el número, más no adentra más al tema de los otros piratas, los viejos VW o tsurus, los que suben a los cerros y zonas de conflicto, donde los legales tienen miedo a los asaltos.

“Somos los únicos que subimos, ya nos conocen los malandros, pero también nos la jugamos y todavía nos quiere quitar el gobierno, no hay quien dé el servicio hasta arriba, ya nos han matado a varios”, explica Héctor, otro chófer. Benito, un vendedor de pájaros que habita en lo alto de la Loma Larga, afirma que enfermarse requiere salir de ese sector de veredas en la madrugada, sin camiones, sólo los piratas los llevan a un hospital. “Está cabrón, nadie le entra, tienen miedo, para que se hace, la autoridad, ni ellos quieren venir, déjenlos trabajar, nos sirven a muchos”, los defiende.