VILLAHERMOSA, Tabasco (La Silla Rota).- La jovencita Flor “N”, luego de realizar compras, esperaba en la parada del transporte, la unidad que la trasladaría a su domicilio en un fraccionamiento de la periferia de esta capital.
Ese punto de abordaje del transporte público, sobre la avenida Adolfo Ruiz Cortines –entre Eusebio Castillo y Juan Álvarez-, se encontraba concurrido y transitado como de costumbre, cerca de las 19.00 horas del viernes 11.
Allí es la parada de decenas de unidades Urvan y combis del transporte público de las distintas rutas de esta capital. Exactamente en ese punto, ubicado en el primer cuadro de la ciudad, se ubica también la sucursal de una publicitada y activa tienda de zapatos de ventas al mayoreo.
Flor, de pie en la banqueta, estaba atenta a que llegara la unidad que la trasladaría a su casa del fraccionamiento Las Mercedes. De repente sintió y vio al sujeto, que le jalaban su bolsa, a la que se aferró fuertemente. A la vez un dolor le recorrió el estómago, causa de un cuchillo que le perforaba el cuerpo y tuvo que soltar su pertenencia.
La gente que estaba en el lugar, incluidos los vendedores de los puestos ambulantes, se dieron cuenta que la jovencita de 21 años había sido víctima de la delincuencia, hasta que la vieron tirada en el suelo y con el vestido ensangrentado.
En las calles de Tabasco, hasta noviembre del 2018, en promedio se cometieron diariamente 16 robos a transeúntes, según las estadísticas del secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), con base a las Carpetas de Investigación (CI) iniciadas por la Fiscalía General del estado (FGET).
Con base en esas cifras oficiales, las arterias de la capital tabasqueña son de las más inseguras y alto riesgo del país, pues en los últimos cuatro años registraron la tasa más alta en robo a transeúnte, casi el doble del resto del país.
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El SNSP aún no publica las estadísticas de la incidencia delictiva correspondiente al mes de diciembre del año pasado, pero con las cifras de las CI de los primeros 11 meses del 2018, Tabasco registró una tasa de 214.07 en robo a transeúnte, la más alta a nivel nacional, muy distante del segundo lugar, Aguascalientes, con 156.97. Mientras que la media nacional, fue de una tasa de 45.29 casos en ese lapso del año.
Igual en los años 2017, 2016 y 2015, la entidad registró las altas tasas más elevadas del país por ese delito callejero, con 314.97, 376.14 y 378.25 casos por cada 100 mil habitantes, respectivamente. La media nacional de ese delito en esos años, fue de 62.15, 50.33 y 51.66, respectivamente.
La más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, de septiembre del año pasado, arrojó que la población de la capital tabasqueña, es la segunda ciudad del país con la mayor sensación de inseguridad, sólo por debajo de Ecatepec de Morelos.
El 94.5 por ciento de los villahermosinos, de 18 años de edad y más, “consideraron que vivir en su ciudad es inseguro”. La capital tabasqueña, sólo estuvo 1.8 punto porcentuales por debajo de Ecatepec de Morelos, que registró 96.3 por ciento del total de sus ciudadanos donde tienen la más alta percepción de inseguridad.
De acuerdo con los resultados del 21 levantamiento de la ENSU, realizada por el INEGI durante la primera quincena de septiembre de 2018, el miedo a la delincuencia de los tabasqueños subió casi dos puntos porcentuales, en comparación con un trimestre antes, a junio del 2018, cuando la percepción sobre la inseguridad fue de 92.6 por ciento.
La directora de Análisis y Estadística del Observatorio Ciudadano de Tabasco (OCT), Julia Arrivillaga Hernández expresó su preocupación por “la falta de diagnósticos precisos para direccionar las estrategias” para enfrentar ese escenario que se vive en las calles, ya que 2019 presenta con retos importantes en materia de seguridad y justicia.
Incluso, expuso ver que se repiten acciones que ya fueron probadas en años anteriores con pobres resultados, como establecer puntos de revisión con Base de Operaciones Mixtas (BOM) y Fuerza de Reacción Inmediata (FRIM). Y en ese sentido, preguntó: ¿Un retén podrá evitar que un ciudadano sea asaltado en la calle, que se metan a las casas y negocios, que me arrebaten el vehículo?
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La directora del OCT, al subrayar que la mayor problemática de Tabasco se encuentra en delitos patrimoniales del fuero común que ocurren en las calles, recordó que se ocupan los primeros lugares del ranking nacional en robo con violencia, robo a transeúnte, robo de vehículo y robo a negocio.
Arrivillaga Hernández consideró que una estrategia de seguridad exitosa será aquella acción que evite convertirnos en víctima, es decir que prevengan los delitos, pero “hasta este momento no observamos ninguna en ese sentido”.
“Los expertos –añadió - coinciden en que la seguridad debe atenderse de manera local, muy focalizada, es decir realizar un diagnóstico con base en inteligencia y tecnología que permitan conocer los puntos rojos donde ocurre la mayor incidencia, los horarios, el tipo de delito y partiendo de ahí, direccionar las estrategias”.
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En el caso, del asalto sufrido por Flor “N”, una chica dedicada a su religión adventista, tal vez no esperaba ser víctima de la apocalíptica inseguridad que se vive en las calles de la capital tabasqueña, pues confiada viajaba sola.
Fue a través de las redes sociales, con su fotografía, donde se observaba su rictus de dolor, tirada en el piso y su vestido con la mancha hemática, que se avisó a amistades y familiares sobre el trance que sufrió y que la ambulancia la había trasladado al Hospital “Dr. Gustavo A. Rovirosa”.
Ella no recordaba ningún número telefónico de algún familiar o conocido para contactarlos y avisarles de su hospitalización, por lo que estaría sola en el nosocomio. El aviso dio resultado, la familia se enteró del asalto y lesión de que fue víctima la jovencita.
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