TUXTLA GUTIÉRREZ.- Hombres encapuchados y con armas largas anunciaron a través de un video en redes sociales, el nacimiento de un grupo de autodefensas en el municipio de Altamirano, demandan se respeten los derechos de indígenas Tzeltales y tojolabales en conflictos tras las elecciones del 6 de junio.
Anuncian que no permitirán que la alcaldesa Gabriela Roque Tipacamu, esposa del exalcalde Roberto Pinto Kanter, tome posesión de su cargo.
Altamirano, importante bastión del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) desde que comenzó su lucha en el año de 1994.
Este sería el cuarto grupo armado que surge en Chiapas, luego de la aparición de “El Machete” en Pantelhó; Los de la Selva y el Frente Armado de Simojovel.
Al inicio de su mensaje dirigido al gobierno federal desde las montañas de esa región, uno de los sujetos dejó en claro que sí tienen un nombre como organización, pero no lo revelan por respeto a los “hermanos zapatistas”.
“Lo que hemos visto es cómo los ricos se protegen entre ricos, cómo los políticos se protegen entre políticos, sean del color que sean, y creen engañarnos al creer que, porque cambiaron de color, ya son nuevos (…) Lo que nunca cambia es su indiferencia hacia nosotros los indígenas tzeltales y tojolabales”.
Respaldó a las comunidades que han batallado desde hace varios días para echar fuera a la familia Pinto Kánter, “que nada más vino a aprovecharse de la paga”.
El individuo del nuevo grupo autodefensa se refirió a la familia del alcalde Roberto Pinto Kánter, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) que desde el 30 de septiembre está retenido por comuneros, quienes lo sacaron de su casa a empujones y golpes debido a que están inconformes con la llegada de su esposa, Gabriela Roque Tipacamú, como la nueva presidenta municipal de Altamirano.
Al respecto, evidenció que se han dejado carreteras abandonadas, ha crecido el número de gente desempleada, lo que provocó la migración hacia los Estados Unidos “porque vivimos en pobreza; no hay luz, ni agua, y lo más duro: sin justicia y sin democracia”.
En Altamirano, agregó, la democracia y la justicia tienen precio, y por eso --consideró—gana una elección quien más dinero tenga.
“A estos hermanos que están en lucha, les decimos que cuentan con nuestro apoyo, los ayudaremos a defender este territorio a costa de lo que sea para que no haya más delincuentes y rateros; para que se acaben los gobiernos sordos y aprovechados, para que se acabe la explotación de los recursos naturales”, argumentó.
Casi al final, el grupo, al unísono, externó: “¡Viva Altamirano! ¡Vivan los autodefensas!”.
esc