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"Soy un procesado, no un esclavo"

El activista José Humbertus, quien permanece en prisión por carpetas fabricadas, asegura que ha sido víctima de acoso al interior del penal de Chiconautla

Escrito en ESTADOS el

Ciudad de México (La Silla Rota).- Han pasado cinco meses desde que José Humbertus Pérez fue ingresado en el penal de Chiconautla acusado de delitos que no han podido comprobar que cometió.

“Ni podrán comprobarlos, porque yo no los cometí, me los fabricaron”, asegura Humbertus al otro lado de la línea mientras habla por un teléfono en prisión.

José Humbertus Pérez es el líder del Frente Mexiquense en Defensa de una Vivienda Digna y quien reveló un fraude entre la empresa Urbi y el alcalde de Tecamac, Aaron Urbina Bedolla. Su activismo logró que el representante legal de Urbi fuera aprehendido. Tras lograr esta victoria, fue encarcelado por que le fueron fabricados crimenes, de acuerdo con su defensa.

Humbertus se encuentra preso desde el pasado 4 de noviembre en el penal de Chiconautla, por presuntamente robar tres casas con el uso de un arma de fuego, por lo cual se le abrieron tres carpetas, de las cuales ya fue exculpado de dos de ellas "por falta de pruebas".

El activista y abogado encabezó al interior del penal "La revolución azul", mediante la cual se ampararon más de 500 presos por tortura y violaciones al debido proceso.

Sin embargo, desde que dio inicio a esta revuelta en la que los internos procesados, -quienes siempre llevan uniforme azul, de ahí el nombre del movimiento-, buscan probar su inocencia; Humbertus asegura que las cosas se han ido complicando al interior del penal para él.

Recientemente le fue abierta una cuarta carpeta en la cual se le acusa de extorsión, pero Humbertus y su defensa aseguran que para esta investigación fueron usados internos que ya habían sido sentenciados.

“Lo cual viola el principio de idoneidad de los testigos”, afirma Humbertus, él sabe de lo que habla pues participó como asesor del senado durante el proceso para la aprobación del sistema penal acusatorio.

El lunes pasado, la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (LMDDH) lanzó una alerta sobre el riesgo de traslado de Humbertus de un penal estatal a o uno federal de máxima seguridad en Tamaulipas o Nayarit.

Humbertus no recibió orden formal por parte del juez para el traslado, como indica la Ley, él simplemete se enteró del traslado debido a que personal de criminología le avisó.

Gracias a la difusión de la alerta por parte de la organización se logró detener el traslado y ahora Humbertus presentó una petición al juez para conocer porqué fue agregado a la lista sin una orden.

Además ha sido víctima de dos amenazas de muerte al interior del penal.

“Provienen de grupos que trabajan para Bedolla”, asegura.

Robo de ADN

También denunció que  han estado robando artículos personales de su celda (inhalador y cepillo de cabello) por lo que supone, hay un contubernio con las autoridades para robar su ADN y utilizarlo como pruebas para incriminarlo en su juicio.

Comentó que el robo de su inhalador coincidió con la llegada de los nuevos directivos del Centro de Readaptación Social de Ecatepec de Morelos Penal de Chiconautla, quienes ordenaron el cambio de tres internos, violando la Ley de Amparo.

“Ahora se pierde mi cepillo de peinar el cual fue sustraído de mi celda por la parte exterior, ya que mi dormitorio está en la parte superior izquierda de la entrada de la celda 11, y como mis utensilios de limpieza los dejo en la repisa que esta junto a la reja, es el mismo lugar de donde fue sustraído mi cepillo de peinar en la madrugada del pasado viernes”.

Es muy claro la insistencia de querer obtener pruebas relacionadas del ADN –afirmó-de ante la insuficiencia de una investigación que nunca se realizó para imputarme falsamente tres delitos, donde utilicé supuestamente un arma de fuego que nunca apareció, sin embargo el Ministerio Público solicito ocho meses de investigación para encontrarla, contraviniendo el Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio (NSJPA) que no admite este tipo de diligencias teniendo a un inculpado privado de su libertad y violando el principio de presunción de inocencia.

“La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado muchas veces que los operadores de justicia sobre todo jueces, Ministerios Públicos o fiscales, no deben de confundir la prisión preventiva que muchas veces reviste la privación ilegal de la libertad, como resultado de la falta de investigación y persecución del delito”

Cateos

Mientras describe su situación se oye mucho ruido de su lado de la línea, otros hablan a su alrededor, pero de pronto el ruido se detiene.

-Están a punto de hacer un ‘cacheo’, una vez más no hubo un aviso previo y debo regresar a mi celda para verificar como se lleva a cabo y alertar a los demás. Nunca quieren que estemos presentes y ahí es cuando aprovechan para sembrarnos drogas o armas, por ley podemos presencia el cateo.

Su estancia en prisión le ha permitido constatar violaciones a los Derechos Humanos que ocurren al interior de Chiconautla.

“Si el menú del comedor establece 100 gramos de carne a la hora de la comida, nos dan un huevo duro, nos quieren condicionar las llamadas, hacen cateos por fuero de la ley. Soy un procesado, pero no soy un esclavo”, concluye Humbertus.

A su lado se oye la voz de un hombre. Humbertus asegura que hay alrededor de 150 elementos tácticos listos para el cateo.

-Debo irme, quiero advertir a mis compañeros sobre sus derechos en caso de cateo.

Para conocer más acerca de la Revolución Azul, visita el reportaje "La rebelión de los falsos culpables" aquí.