Main logo

Sonora, el limbo migrante en la odisea a EU

El asentamiento temporal que realizan migrantes en Sonora después de ser deportados, se debe al deseo de volver en un futuro próximo a Estados Unidos

Escrito en ESTADOS el

Sonora (La Silla Rota).- El asentamiento temporal que realizan migrantes en el estado de Sonora después de ser deportados, se debe al deseo de volver en un futuro próximo a Estados Unidos.

La población flotante que deambula por las calles de la capital sonorense y ciudades fronterizas como Nogales y Agua Prieta comenzó a ser significativa desde inicios del 2000, cuando se detectó la permanencia de personas del centro y sur del país, además de otros país como Guatemala,  El Salvador y Honduras, reveló la investigadora del Colegio de Sonora Gloria Ciria Valdez.

La investigadora en temas de migración indicó que los migrantes perciben más seguridad en el estado por la presencia de albergues y organizaciones sociales que les brindan apoyo y deciden asentarse en la entidad esperando su siguiente huida al país vecino.

“Se han conformado colonias, de personas provenientes de esos estados y de alguna manera surge como una red importante entre ellos, yo considero que los aspectos más importantes del porqué la gente que es deportada y que está quedándose en las ciudades fronterizas, es el por el componente geográfico fronterizo regional”.

La falta de recursos es otro factor que les impide volver, ya que prefieren no atravesar nuevamente todo el trayecto por el país para retornar a sus lugares de origen.

5 Razones por las que deciden quedarse:

1.- Piensan cruzar a Estados Unidos de manera ilegal en un futuro próximo

2.- La ubicación geográfica de Sonora

3.- Falta de dinero para el viaje de regreso

4.- Esperan a que sus familiares los alcancen en la frontera

5.- Encuentran seguridad para vivir el día a día en municipios de Sonora

La doctora del Colegio de Sonora explicó también que a partir del auge que lograron las redes sociales, se ha publicitado y reforzado la disposición de apoyo a las personas indocumentadas que llegan de otras partes del mundo, principalmente se conformaron asociaciones civiles y religiosas en apoyo al migrante.

“Es un gran apoyo tener albergues, un lugar donde quedarse, donde dormir, donde comer para seguir adelante, encuentran más seguridad aunque todavía faltan muchas cosas que hacer por parte de las autoridades”.

Mencionó que el gobierno mexicano no ha implementado políticas públicas necesarias a favor del migrante que retorna o se asienta en los estados.

“Los que siguen sacando la casta para beneficiar a esta comunidad son los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, mujeres y la comunidad eclesiástica”.

En Nogales se localiza el albergue para migrantes “Juan Bosco”, en Agua Prieta el Came, en Altar el Centro Comunitario de Atención al Migrante y Necesitado y en Hermosillo el Comedor y albergue del sacerdote Gilberto Lezama Rodríguez que recibe a diario cientos de migrantes de todas las edades.

La solución no está en darles una carga negativa

Los migrantes son considerados entes que dan mal aspecto a las ciudades, ya que también se relacionan con la población de indigentes, sin embargo, esto provoca que la desorganización de este sector se vuelva cada vez más grave y que el gobierno no encuentre una solución para estas personas, precisó la investigadora.

“Creo que tenemos que ser muy conscientes de la necesidad de un apoyo solidario, es necesario voltear esa mirada al apoyo solidario y al menos contar con las herramientas para poder redirigir a ese migrante que está en los cruceros, en el centro comercial o afuera de un restaurante”.

Un ejemplo dijo, sería ayudar a reunir el monto suficiente para que el migrante regrese a su estado natal.

Por lo regular, las personas los evaden al encontrárselos en la calle porque dan la sensación de que pueden llegar a asaltarlos, sin embargo, la mayoría no opta por delinquir, aseveró.

Resulta complicado tener un padrón exacto de migrantes en Sonora.

Contar con una cifra exacta de personas esperando cruzar a Estados Unidos desde Sonora, es difícil ya que se trata de población flotante que no realiza ningún registro de su estadía por el estado.

Ciria Valdez señaló que solo es posible saber el número de deportados y repatriados que contabiliza el Instituto Nacional de Migración.

“Es un gran apoyo tener albergues, un lugar donde quedarse, donde dormir, donde comer para seguir adelante, encuentran más seguridad aunque todavía faltan muchas cosas que hacer por parte de las autoridades”.

Destacó que a partir de las políticas antiinmigrantes de Donald Trump, extranjeros indocumentados que radican en Estados Unidos, toman la decisión de regresar ‘por la libre’.

“¿Qué de aquellos migrantes que llegan por la libre, que ante la crisis económica y las políticas antiinmigrantes y la llegada de Trump han decidido voluntariamente entre comillas, vender sus cosas, sacar a los chamacos de la escuela y regresarse por su cuenta?”.

Prefieren continuar su travesía desde Sonora

Héctor Melchor Rosas, en seis veces ha estado en territorio Americano y ha sido deportado por ciudad Juárez y por Nogales, sin embargo prefiere no regresar a su estado natal Michoacán ya que el problema entre la mafia de la droga y el gobierno incrementa las posibilidades de que lo maten.

“Ya preparo mi siguiente viaje, espero pueda ser en los siguientes meses, ya tengo dos años que no cruzo, pero siempre hay maneras de evadir esas trabas que te pone el gobierno”.

Hace más de cuatro años Francisco Matías Burrola no ve a sus dos hijos y tres hermanos en Michoacán, de donde es originario, por falta de recursos para retornar de su viaje fallido en busca de empleo en Estados Unidos.

“Me deportaron a Nogales y me vine a Hermosillo, pero de aquí ya no me he podido mover, no he podido agarrar trabajo”.

“Yo le pido a la gente de buena voluntad un pesito por ahí y si me da uno que otro, pero la mera verdad no les voy a mentir, a veces me dan para comer y a veces no y pues aquí ando sufriendo, yo ya quisiera irme para llegar a mi pueblo mejor pero no tengo para el pasaje, no puedo ir a ver a mi familia”.

La delegación del Instituto Nacional de Migración en Sonora, reporta 40 deportaciones diarias de indocumentados a Nogales.