Cd. Victoria, Tam.- La crisis en el sistema de salud alcanzó ya el renglón de materiales de curación. En el Hospital Regional de Altas Especialidades en la Capital de Tamaulipas, médicos y enfermeras piden a los familiares de los pacientes lleven materiales como gasas, apósitos, vendas, soluciones antisépticas, guantes, cubrebocas y otros materiales.
Familiares de pacientes que se encuentran internados en esta institución hospitalaria revelaron a La Silla Rota que la situación llega a tal grado que se pida a los familiares lleven sus sabanas y cobertores para cubrir a los pacientes.
Desde el pasado mes de diciembre el problema ya no es solo de falta de medicamentos, de personal médico, sino que ahora es también de la carencia de material para curación.
Materiales como gasas, microdacyn, isodine, traspore, agua oxigenada, guantes, cubrebocas y otros no le han surtido.
Sara Rangel, quien tiene a su madre internada, reveló que las enfermeras le solicitan guantes, gasas, algodón, agua oxigenada para poder hacer las curaciones que necesita la paciente.
Pese a que contaba con el extinto Seguro Popular, las medicinas que necesita las debe conseguir por su cuenta fuera del Hospital de Altas Especialidades.
“En las farmacias saben la situación que priva en los hospitales de Salud, IMSS e ISSSTE, del desabasto de medicamentos y materiales de curación, aprovechando para imponer los precios que les vienen en gana”.
Carlos Salazar, quien tiene internada a una hija en condiciones delicadas dijo:”a la medianoche salen las enfermeras a decirnos que necesitan gasas, torundas, soluciones antisépticas, pues nada de esto hay en el hospital”.
Agregó que ha hablado con el subdirector médico y con el director general del Hospital, pero la respuesta es la misma: sencillamente no están recibiendo los abastos suficientes de parte de la secretaría de Salud.
“Que si queremos recibir la atención médica tenemos que cooperar con el material que solicitan”, agregó.
Puesto en funcionamiento durante la administración del presidente Felipe Calderón, hay ya equipo el cual se encuentra fuera de servicio o funciona con fallas debido a que no fue objeto de los trabajos de conservación y mantenimiento necesarios para su debido funcionamiento.
Hay equipos como monitores de signos vitales, máquina de anestesia, máquina de hemodiálisis, arco de fluoroscopía, ultrasonido, electroestimulador, electroencefalograma, desfibrilador, electrocardiógrafo que no han recibido el mantenimiento adecuado y en ocasiones presentan fallas lo cual es de alto riesgo.
Además debido a la demanda, ya el equipo se satura y los pacientes deben esperar.
En otros casos, los familiares de los pacientes deben recurrir a la renta de equipos médicos a fin que se atienda a sus familiares.
Raúl Mendoza, quien requirió de una operación de columna, mencionó que para su monitoreo durante la intervención hubo de ser necesario contratar un equipo en Monterrey y con ello también el técnico operador lo cual incrementa los costos.
El otrora Hospital Regional de Altas Especialidades el primero en Tamaulipas de tercer nivel por parte de la secretaría de Salud hoy enfrenta dificultades para atender a la población.
Doctores y enfermeras señalan reconocen las deficiencias en diversas áreas
“En el personal médico hay capacidad para prestar el servicio, pero lamentablemente no estamos contando con los recursos necesarios”, indicaron.
A su vez los familiares de los pacientes señalan las diversas carencias y coinciden en que, ante ello su única esperanza es confiar en Dios por sus pacientes.
Durante los seis días en que Juana Cáceres ha estado internada en el Hospital de Altas Especiales por problemas gástricos y pese a que contaba con el Seguro Popular, la familia ha tenido que desembolsar para comprar los materiales de curación, medicamentos e incluso ha tenido que llevar almohadas y cobertores para que la paciente pueda estar cómoda.
Ante el mal estado de las sabanas y cobijas que hay en la institución hospitalaria la familia decidió llevar su ropa de cama, sabanas, cobijas, cobertores y almohada, así como una bata para vestir a la paciente.
La ropa de cama que hay ahí se encuentra raída, rota, hechas jirones o algunos colchones se encuentran sin nada y manchados.
Las enfermeras no se negaron a que la familia pudiera llevar la ropa de cama para la paciente.Pero también para atender a Juana, hacer las curaciones que requiere piden gasas, vendas, torundas, agua oxigenada y demás pues escasean estos materiales. O en definitiva no los tienen.
“Desde octubre del año pasado no nos surten algunos medicamentos. Nosotros hacemos los pedidos, lo que se necesita para atender a los pacientes, pero no llega nada”, comentó un encargado de farmacia.
Los familiares tienen cubrir por cuenta propia el costo de los diversos medicamentos de los pacientes, salir a buscarlos y pagarlos.
“Cuando construyen hospitales, clínicas las autoridades no consideran los costos de operación de estos, la conservación y mantenimiento. Los construyen para tomarse la foto, para dejar testimonio de que algo hicieron pero se convierten en elefantes blancos pues no tienen capacidad de prestar el servicio”, comentó un médico residente.
En ese sentido, otro doctor sostuvo que se debe contemplar el costo de operación de los hospitales a fin de que den servicio permanente y no se deterioren.
(Brenda Lugo)