Sebastiana Dzib tiene 72 años y durante 30 ha trabajado en el rescate de los vestigios Mayas de la zona arqueológica de Uxmal.
Originaria de la comisaría de San Simón, en el municipio de Santa Elena, es una de las mujeres mayas que ha colaborado en el rescate de donde vivieran sus antepasados desde hace siglos.
“Los antiguos señores hacían sus casas con adornos de piedra, bonitos, no como los de ahora, de bloques, los señores mismos hacia las figuras de las casas, antes eran más bonitas”.
Junto con otras mujeres, ella forma parte del grupo encargado de los trabajos de limpieza de las ruinas, previo a que se realizara el rescate y restauración de lo que ahora puede apreciar el turismo.
Cuando entramos a trabajar, tuvimos que chapear, limpiar y sembrar adornos para que entren los visitantes. Antes había más personas trabajando, pero muchos de los que empezaron ya murieron
Las mujeres más jóvenes aseguraron sentirse orgullosas de su trabajo, pues están haciendo historia. Por ejemplo, Nancy Tzek, de 30 años, recuerda que su abuelita, quien también trabajó en este asentamiento Maya, le contaba historias, que hoy puede comprobar:
Yo soy parte de esto, porque vengo a trabajar y conozco los lugares, me siento orgullosa. De antes cuando estaba chica decía mi abuela ‘en Uxmal hay muchas cosas bonitas, hay figuras de piedra, de tortuga, de cascabel’; ella venía a trabajar aquí y yo le preguntaba ¿de verdad está bonito abuela? Ella me decía, ‘sí esta bonito nena, si llegas a verlo algún día y ya me morí vas a ver todo lo que te conté’, y así fue, era cierto
Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) las mujeres son una parte importante de los trabajos de rescate, son las encargadas de cernir la tierra para descartar que fragmentos de barro se tiren durante las restauraciones y limpian previamente las ruinas antes de la etapa de reconstrucción.
Restauradoras devuelven esplendor a Chichén Itza
Son tres mujeres quienes se han encargado de la restauración integral que se realiza en los edificios de Chichén Itzá con técnicas de intervención.
Claudia Ocampo, restauradora del Juego de Pelota, comentó que la satisfacción de su trabajo es enorme “desde 1930 no se realizaban trabajos de restauración a profundidad”.
La restauración del Templo de los Guerreros de La Iglesia, está a cargo la restauradora Claudia García Solís, quien señaló “en la subestructura del Templo de los Guerreros nos enfocamos a la intervención integral de los elementos pictóricos en los pilastrones que, a diferencia de lo que hay afuera de la zona arqueológica, aún conservan su policromía, el arte de pintar o decorar con varios colores".
La restauradora Karla Matínez López no oculta su admiración por la belleza arquitectónica de La Iglesia. Este edifico lo rescata con el apoyo de arqueólogos mexicanos y extranjeros.
La iglesia “es uno de los edificios más bonitos de estilo mosaico del Clásico temprano (900 d.C.)”, expresa.