Cd. Victoria, Tam.- Al percatarse de las dificultades para ingresar a los Estados Unidos, cansados y ya sin ánimo de querer cruzar la frontera, 60 migrantes hondureños decidieron entregarse al Instituto Nacional de Migración para ser deportados de México.
Gloria Garza Jiménez, subsecretaria de Servicios y Legalidad del Gobierno de Tamaulipas, informó que la administración estatal colaboró para el retorno de los hondureños a su país, con la contratación de tres autobuses, alimentos y demás.
Este grupo de ciudadanos hondureños formaba parte de la caravana de migrantes que había arribado a Piedras Negras, Coahuila, pero decidieron separarse para intentar cruzar por Nuevo Laredo.
También puedes leer: Claves del plan de AMLO para proteger a migrantes mexicanos
Mencionó que durante las últimas semanas ante la aproximación a la frontera de nuevas oleadas de migrantes centroamericanos, Estados Unidos selló su frontera con México con más elementos del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza, así como de la Patrulla Fronteriza.
Comentó Gloria Garza que los hondureños se dijeron cansados y desesperados ante la situación en que se encuentran de que Estados Unidos rechaza concederles permiso de ingresar y reforzado las medidas decidieron ponerse a disposición de Migración para ser retornados a su país.
“Estados Unidos cerró de manera momentánea los puentes para que no hubiera manera de pasar. Nosotros creemos que eso beneficia para que Tamaulipas no sea la ruta número uno de migrantes”, comentó.
Por otra parte, mencionó que las casas de ayuda a migrantes que manejan organizaciones no gubernamentales y particularmente de asociaciones religiosas en Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros se encuentran saturadas por los migrantes que han llegado de las nuevas caravanas.
En ese sentido, comentó que se están teniendo dificultades para que las casas de ayuda a apoyen a los migrantes pues el Gobierno Federal ha recortado los apoyos en tal sentido.