MÉRIDA.- Mauricio Escobedo, de 76 años de edad, a quien le diagnosticaron un cáncer en etapa terminal decidió quitarse la vida junto con sus 13 perros, a los que no quería dejar en desamparo.
La Policía Municipal de Oxkutzcab, donde residía el anciano, recibió el reporte del fallecimiento unas 18 horas, después de que falleció. Fue un familiar de Mauricio quien dio aviso a la policía.
Mauricio Escobedo era soltero y vivía con un hermano menor.
En Oxkutzcab, sus vecinos lo recuerdan como alguien a quien le gustaba jugar cubilete en las cantinas, incluso lo conocían como “El rey del cubilete” y “Licenciado trampitas”.
Ya enfermo, sus amigos lo visitaban y apoyaban. A sus conocidos les externó su preocupación por dejar a sus perros.
El pasado lunes, sus conocidos lo vieron en el mercado con una bolsa de compra que, dijo, contenía la última comida que tendría con sus perros.
Mauricio Escobedo informó a su hermano que iría a una vivienda que tenía en la colonia San Antonio; ahí mató a sus perros y luego él tomó una porción del veneno.
Policías municipales señalan que el hombre fue hallado en una hamaca, con sus 13 perros alrededor; cuando arribaron al lugar ocho de las mascotas ya habían muerto y otros cinco agonizaban.
En una carta póstuma, Mauricio Escobedo pidió perdón a su hermano; su última voluntad fue que Luis Paredes, un albañil amigo suyo, le diera sepultura a sus perros en el terreno donde vivía.
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