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Samantha, el rostro de los crímenes de odio en Puebla

Samantha, una mujer transgénero, fue asesinada la madrugada del jueves en el municipio de Atlixco, sumándose a los crímenes de odio que registra el estado

Escrito en ESTADOS el

PUEBLA.-  A Samantha Rosales Barrios la mataron la madrugada del jueves en una calle de Atlixco. Ella, mujer transgénero y Miss Universal Puebla Asignada 2020, viajaba en una motocicleta con un acompañante cuando fueron embestidos intencionalmente por un automóvil que los perseguía.

El impacto hizo que Samantha y quien conducía la moto cayeran sobre una acera de la colonia Revolución. Él se levantó y sin ayudarla se echó a correr. A ella los agresores, hasta ahora desconocidos, regresaron para rematarla con el auto.

Sam, como le decían de cariño sus amigos y conocidos, cumplió 23 años de edad el pasado 1 de agosto; era estudiante de Administración y Dirección de Pymes en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y originaria de la junta auxiliar La Magdalena Axocopan, cuya economía se sostiene por los dólares que envían los atlixquenses radicados en Estados Unidos.

Su trayectoria académica estuvo plagada de reconocimientos y diplomas otorgados por su destacado nivel de aprovechamiento en instituciones como la BUAP y la Fundación BBVA Bancomer.

Es descrita como una mujer alegre, sencilla, humilde, amigable, educada, disciplinada, estudiosa, capaz de conseguir sus propósitos y consciente de que era necesario pelear por el derecho a decidir. El 31 de marzo, Día de la Visibilidad Trans, publicó en sus redes sociales “en un mundo de gusanos hay que tener el valor para ser mariposas. Yo no me enamoro ni de un pene ni de una vagina. Afortunadamente soy bonita, valiente y tengo un corazón enorme.”

Veinte días después de su cumpleaños fue asesinada. Sus amigos y conocidos se mostraron indignados por el crimen y la escribieron palabras de despedida acompañadas de fotografías en las que ella aparece, como este mensaje de Juan Antonio González: “Aún estoy en shock. No puedo creer esto, ¿por qué a ti? Recibe un abrazo hasta el cielo. Te fuiste muy pronto y de una injusta manera. Aún recuerdo las ganas que tenías de comerte al mundo y estoy seguro de que en el cielo seguirás brillando como siempre lo hacías. Descanza en paz. (sic)”

“(…) No debiste irte así. Te faltaba mucho por lograr. Me quedo con los mejores tres años de la secu donde pude conocerte y saber la gran persona que eras. Todos estamos tristes. Se fue al cielo el alumno que siempre sacaba 10. Hsta siempre mi gran amigo,” escribió el usuario Gustavo Hernández.

Lexie Dávalos le dedicó uno de los mensajes más sentidos: “Mi Sam, no puedo creer que ya nunca te veré. Qué horrible manera de despertar. ¿Quién me va a decir bebé? ¿Quién me va a acompañar a comer pozole saliendo de la fiesta? ¿Quién me va a decir que nos hagamos una bichetomia de a mil varos? Hace unos días te vi. Me dijiste ‘nos vemos pronto, hay que festejar tu cumple’ (…). Estabas tan bonita, espectacular hasta para ir a la esquina. Abrazos hasta el cielo, bebé.”

Esta misma amiga exigió “justicia para Sam (y que) pague el conductor del auto y también el hombre que la dejó morir sola”. Las muestras de cariño e indignación llegaron de varios puntos del estado, como la de Danna Victoria, de Huauchinango: “Te voy a extrañar tanto amiga. Eres un orgullo para todas las de la comunidad de las Trans. Siempre estarás en mi corazón. Dios te tenga en su santa gloria, Descansa en paz.”

La Organización Nacional de México Universal Gay lamentó lo ocurrido y exigió justicia. Marco Balderrama, de relaciones públicas en Sibari NightClub, escribió: “sin duda el mundo Tv’s transexual y transgénero de Atlixco y Puebla dejará hueco en el corazón. Descansa en paz (…) Exigimos la aclaración de lo sucedido #Miss&MisterGayUniversalPuebla”.

Crímenes y agresiones de odio

El crimen de Samantha Rosales Barrios es el cuarto de odio por homo-lesbo-bi-transfobia que en 2020 se registra en Puebla, estado en donde apenas en mayo pasado se nombró titular de la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género contra las Mujeres. 

A los crímenes de odio se agregan las agresiones a Víctor Hugo Amador Hernández Cabanzo, indígena gay de 32 años de edad que fue baleado en el municipio de Tehuacán, Puebla, el 4 de julio.

Víctor Hugo, quien en redes sociales aparecía como Jeidy, sobrevivió a dos impactos de bala, uno en la pierna y otro en la cabeza, y tuvo que dejar su vida en Tehuacán ante el temor de que los mecánicos que lo agredieron quedaran libres y buscaran vengarse por haber sido identificados.

El 19 de julio, Estefani y Karla, mujeres transgénero, fueron amarradas a un árbol y golpeadas por dos hombres en un camino que conecta a los municipios de Huaquechula y Tepeojuma. Las víctimas fueron encontradas la madrugada del domingo por habitantes de la colonia El Potrero.

De acuerdo con fuentes policiales el sábado fueron contratadas por cuatro hombres en la zona de tolerancia en Izúcar de Matamoros; con ellos fueron a un hotel y al salir abordaron una camioneta en la que los sujetos las llevaron hasta una zona solitaria donde las bajaron, las golpearon, las violentaron sexualmente y las amarraron a un árbol antes de huir con el dinero que ellos mismos les habían pagado por sus servicios.

Alrededor de las 05:45 horas del domingo, vecinos de Tepeojuma se dirigían a su trabajo y en el camino las encontraron golpeadas y atadas de pies y manos. Las desamarraron y cuando las acompañaban a la comisaría encontraron una patrulla de Tepeojuma; los elementos de seguridad escucharon lo que había pasado, pero sólo se rieron y les negaron apoyo para llamar a una ambulancia que las atendiera y las trasladara a la Casa de Justicia de Izúcar de Matamoros para levantar una denuncia.

Uno de los vecinos, citado por medios regionales, aseguró que en la Comisaría de Tepeojuma no encontraron a nadie.

La organización Vida Plena ha documentado en Puebla 64 posibles crímenes de odio por homo-lesbo-bi-transfobia entre los años 1996 del siglo pasado y 2019 del siglo XXI. De ellos, 33 se han cometido en la ciudad de Puebla, y 12 en Tehuacán, ciudad donde fue baleado Hugo.

Onán Vázquez Chávez, presidente del Consejo Directivo de Vida Plena, afirma que de los 65 presuntos crímenes de odio sólo en cinco se han aplicado sentencias por homicidio, robo y homicidio, robo y homicidios agravados.


bl