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Ruth busca en Tijuana a su hijo desaparecido, dos fotos la acompañan

Ruth es una de las madres que acompañan las labores de la Brigada Internacional de Búsqueda, que llegó esta semana a Baja California

Escrito en ESTADOS el

TIJUANA.- Ruth de Landaverde llegó a esta ciudad con la Brigada Internacional de Búsqueda cargando dos fotografías: una de su hijo Rafael Ernesto Valencia Cuellar, y otra de un joven que es, o se parece mucho a él.

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Ella es salvadoreña y no sabe de Rafael desde el 9 de octubre del 2012 cuando hablaron por teléfono y él platicó que estaba en Piedras Negras, Coahuila, trabajando.

“Desde ese momento que ya no supe más de mi hijo lo estoy buscando desesperadamente por todos lados”, cuenta la madre de familia.

Ocho años después, durante la convulsa primera etapa de la pandemia por coronavirus en 2020, Ruth encontró en internet la fotografía que hoy lleva junto al rostro de su hijo tratando de verificar si son la misma persona.

En la imagen publicada en la red se ve a un joven maltrecho, con los ojos bien abiertos pero con una expresión incierta, acompañado de un mensaje en el que piden ayuda para él porque llevaba tiempo tirado en una calle de la colonia Horóscopo, un humilde asentamiento en las faldas del Cerro Colorado, la colina más alta y conocida de Tijuana.

“Tiene temperatura y dice sentirse muy mal y pide que su mamá venga por él. Pero no nos quiere decir el nombre de su mamá. Hicimos que viniera una ambulancia por él para que se o lleve al hospital, pero no se lo quisieron llevar, solo si se pone más grave que enviaremos nuevamente para que venga otro departamento de salud a recogerlo. Por favor compartan ya que el chico se encuentra muy mal”, (sic), se leía en la publicación.

Su madre dice que ese anuncio la inquietó y desde entonces intentó por todos los medios viajar a esta ciudad, hasta que logró acercarse a la Brigada Internacional de Búsqueda que comenzó trabajos en Sonora el 18 de febrero y que el 25 del mismo mes llegó a Baja California por Mexicali.

 

Su última parada inició el martes primero de marzo en Tijuana, donde las buscadoras mexicanas, centro y sudamericanas, comenzaron parte de su recorrido en la zona centro.

En su camino preguntaban por sus seres queridos entre la población en general, entre personas sin hogar y se acercaron a una parte de Zona Norte, el área pegada a la frontera con EUA que concentra la prostitución, las cantinas y los bares nudistas.

“Estamos buscando en las fosas y reclamando los cuerpos, pero también a las calles les pedimos la presencia de nuestros tesoros”, dijo Joancy Martínez, una guerrerense que busca a su hermana de nombre Yaxil, desaparecida hace 12 años.

Y los casos de mujeres eran precisamente los que las madres querían revisar entre personal, asistentes y clientes de la Zona Norte, pero las cosas no salieron como esperaban

Angélica Ramírez, coordinadora de la Brigada en Baja California, consideró su paso por allí como un “triunfo a medias” porque apenas recorrieron una de las calles laterales del polígono y la mayoría de las sexoservidoras dejaron las banquetas cuando los colectivos llegaron.


“Triunfo porque entramos, y a medias porque no pudimos mirar a las suficientes muchachas para ubicarlas (...) para poderlo hacer más discreto tendríamos que ir una noche y consumir dentro de los bares. Allí sí está más peligroso”, comentó.

Entre los resultados después de una semana de labores en Baja California que terminaron este viernes 4 de marzo, la Brigada había encontrado 5 osamentas, un cuerpo decapitado y tres personas en vida, entre ellas un salvadoreño, pero no fue el caso de Rafael.

Lo que sí es que su madre, Ruth Landaverde, afirmó que son muchas las centroamericanas que como ella están buscando a sus hijos en México  y no pueden salir de su país.

“No se nos da la visa para que nosotras podamos viajar aunque sea por nuestros propios medios”, dijo.