Main logo

Río Santa Catarina, una historia de privatización e ilegalidad en NL

Organizaciones civiles y miles de deportistas demandan la apertura del río a canchas deportivas

Escrito en ESTADOS el

MONTERREY, Nuevo León (La Silla Rota).- “En el río jugamos, ahí nos formamos deportivamente y como buenos ciudadanos, trabajadores, pero luego cerraron el acceso, nos quitaron las canchas al privatizarlas; después, el huracán “Alex” que arrasó con todo. Ahora no dejan jugar a nadie y se canalizó la energía de muchos niños y jóvenes al ocio, a la vagancia y hasta los malos caminos”, afirma Raymundo “El Chaparro” Buendía, una enciclopedia del futbol en Monterrey.

Añora las canchas del río santa Catarina, “Ahí se formaron integralmente generaciones de muchachos que se convirtieron en trabajadores sanos, destacados en la vida social y profesional, lograron graduarse en las universidades. Hombres y mujeres de bien”.

“Ya no hay en las colonias del sur lote baldío y los espacios vitales se han reducido al prohibirse las canchas lo que da lugar a conflictos entre los jóvenes que no tienen donde convivir. En los años sesenta había terrenos baldíos donde se practicaba el deporte además del río. El gran patio era el lecho del río donde corríamos como liebres sin que nadie nos cobrara una cuota, de eso ya no queda nada y la consecuencia más grave es la descomposición del tejido social e la que tanto hablan los políticos”, añora el periodista Pedro García, que jugó en equipos como el Tabasco, Independencia y otros tantos.

Y mientras ellos junto a organizaciones civiles y miles de deportistas demandan la apertura del río a canchas deportivas, autoridades estatales y federales se han enfrascado en un pleito acerca de mantener cerrado el acceso, round, que parece ganar Conagua al prohibir definitivamente esa apertura.

Todos coinciden y a ellos se suma la opinión del sociólogo investigador Raúl Rubio en el sentido de que quien ha ganado tras la privatización de las canchas y luego el cierre de las mismas por Alex, ha sido el crimen organizado, que enroló a decenas de jóvenes.

“Poco les importó a las autoridades, al alcalde Felipe de Jesús Cantú que concesionó el río a una televisora local y el dejar de sin canchas deportivas a miles, muchos miles de deportistas, que no pudieron practicar a menos que pagarán una cuota. Hoy en día, hay pocas canchas deportivas gratuitas, parece que el gran negocio es cobrar por jugar”, menciona.

Lamentan que, en el período de Felipe de Jesús Cantú, como alcalde de Monterrey de 2000 a 2003 el acceso libre a decenas de canchas del largo afluente seco del río se retiró y se concesionó a una filial de Televisión Azteca que colocó instalaciones primer nivel para cobrar por jugar fútbol y golfito. En 2010 las canchas fueron arrasada por Alex y desde entonces los deportistas y organizaciones diversas han solicitado permiso para instalar porterías de madera y las almohadillas de béisbol para jugar como se hizo por décadas en campos terregosos, pero se les niega al argumentar el peligro que podría darse con una nueva avenida.

Por décadas nuestros abuelos, padres y nosotros jugamos con sólo tres palos de portería, almohadillas como base en béisbol y nada pasó. “Si hubiese un huracán, nada se pierde más que tres palos”, comenta Raúl Ramos, que practicó fútbol y estuvo a punto de llegar al balompié profesional.

Durante el mandato de Cantú, que ahora busca de nuevo la alcaldía de Monterrey, la Unión Nacional de Productores Agropecuarios, Comerciantes, industriales y Prestadores de Servicios, así como El barzón, censuraron que haya concesionado 100 hectáreas del río a la empresa Parque Ecológico Siglo XXI.

En aquel entonces, organizaciones civiles y de deportes denunciaron que la entrega de los terrenos del río a la filial de la televisora contravenía con la concesión otorgada por Conagua al municipio de Monterrey, pues solamente le otorgaba el derecho de uso pues el de propiedad sigue siendo federal.

Sin embargo, la Comisión Nacional del Agua, responsable por el cauce del río, impuso condiciones difíciles de cumplir para que el Gobierno del Estado lleve a cabo el proyecto de regresar las canchas deportivas que se tenían en el lecho del Río Santa Catarina hasta antes del Huracán Gilberto y luego de Alex.

La actual administración, arrancó dicho proyecto al destinar 50 millones de pesos para el mismo, lo que incluía un canal de estiaje, limpieza total de la flora existente en el Río Santa Catarina y seguridad para evitar “invasiones” de puesteros, condiciones de la CNA conceptos que elevan el costo de la unidad deportiva por encima de lo presupuestado.

La Conagua a cambio, cedería al Estado parte del lecho del río en un área de Santa Catarina, y no el tramo entre la Avenida Carranza y la calle Zaragoza, -donde jugaban más de 5 mil equipos de futbol, y béisbol- como lo indicaba el proyecto original, motivo por el que el proyecto está suspendido.

Aunque la inseguridad no se atribuye solamente al cierre de canchas, Benito Alvarado, un seccional de un partido local que habita en lo alto de la Loma Larga, destaca que “un buen número de muchachos y muchachas se fueron con los carteles, los Zetas, el CDG; decenas ya murieron, otros están perdidos y muchos más en la cárcel. El deporte y practicar gratis a la hora que queríamos en el río, no sólo los domingos sino a diario, nos ayudó a formarnos como buenos ciudadanos”, rememora.

Para el periodista Pedro García, si se sigue postergando la rehabilitación de canchas no habrá posibilidad alguna de que el tejido social se recupere en todo el sur de la ciudad de Monterrey, donde los niños y los jóvenes se beneficiaron por décadas por los espacios vitales del Santa Catarina.

Alerta que en predios a la zona oriente del río han crecido auténticos bosques que podrían convertirse en peligrosos valladares si eventualmente vuelve a pegar otro huracán donde las grandes avenidas de agua encontrarán dificultades para fluir. “Cuando se ha visto el lecho de un río con un bosque en su cauce”, interroga.

Eusebio Alonso Trujillo, maestro de escuela y de generaciones a través del deporte, dice que el río ha sido de beneficio para toda la zona metropolitana de Monterrey pues ahí derrochaban su energía miles de jóvenes en deportes como futbol, béisbol, tenis, natación, atletismo.

El Santa Catarina nace en la Sierra Madre Oriental al poniente de la zona metropolitana en la localidad de Santa Catarina y atraviesa otros municipios como San Pedro, Monterrey, Guadalupe, Juárez y Cadereyta, más de medio centenar de kilómetros; se caracteriza por largos periodos de seca.

“Ojalá y den permiso como estuvo por años, gratis, con solo tres palos, no se requiere de grandes inversiones; los muchachos, cientos, miles con capaces de limpiar de piedras el terreno y pintar con cal las canchas deportivas; los que se murieron fueron muchos, equivocaron el camino y pues ya ni modo. Hay que cuidar y formar a las nuevas generaciones que no tienen dinero para pagar cuotas en instalaciones privadas”, señala Alicia Rivera, habitante de la colonia Tanques de Guadalupe, a unas calles del río que cruza la zona metropolitana.

lrc