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Quiebran primera caravana migrante de 2021, pero viene una más robusta

Migrantes de la primer caravana del año, que partió de Honduras y fue contenida por militares en Guatemala, aseguran que se alista otra más grande

Escrito en ESTADOS el

TUXTLA GUTIÉRREZ.- El regreso de alrededor de casi 6 mil hondureños a su tierra natal es casi inminente. Entre el lunes y martes, la mayoría aceptó el ofrecimiento de las autoridades guatemaltecas de ser transportados hasta la frontera entre ambos países, conocido como río Florido, pues una valla humana de elementos migratorios, de la Defensa Nacional y del Ejército disolvieron cualquier intención de que cumplieran su sueño: llegar a Estados Unidos.

Martín, cuyo nombre verdadero es omitido por temor a represalias, evidencia que la orden de las autoridades “chapinas” era matarlos si intentaban tomar otras vías para continuar su trayecto, fuera de la caravana.

En entrevista a través de viodeollamada con La Silla Rota mientras descansa en la Terminal Metropolitana en San Pedro Sula, Honduras, en espera de que haga el trámite para obtener su pasaporte y de esa forma avanzar, en al menos dos meses, hacia México, asevera que hubo varios compatriotas muertos, tras intentar llegar a Tecún Umán por una montaña de Río Hondo, Guatemala.


Sin embargo, la mayor parte del contingente migrante quedó atorada en Vado Hondo, Departamento de Chiquimula, y la única opción es el retorno “voluntario”. Sin embargo, como Martín, otros cientos decidieron retornar pie tierra desde la madrugada del lunes, luego de ser agredidos por la policía y los militares.

¿CACERÍA HUMANA?

Martín sabe que si alguien de ellos intenta seguir, podría ser abatido en el camino, e incluso tuvo que acelerar el paso porque, aunque intentó pernoctar en un hotel de Esquipulas, también municipio del mismo Departamento de Chiquimula, le negaron el servicio porque era orden del gobierno.

“Es imposible que pasemos, no se puede, hubo muertos, y el domingo una niña también falleció, se ahogó producto del gas (lacrimógeno) que lanzaron los policías”, rememora quien, con cubrebocas y una gorra, trata de camuflar su identidad por temor a que le rechacen el trámite para su pasaporte.

Martín, quien apenas rebasa las dos décadas de edad, era transportista en La Ceiba, una localidad ubicada como a ocho horas de Tegucigalpa, donde efectuaría el trámite del pasaporte, pero como casi todo hondureño, busca una mejor vida.

“BLINDADO” TECÚN UMÁN

A excepción de él y de los cuatro conocidos con los que viajaba, cerca de medio millar de migrantes se envalentonaron y evadieron la seguridad nacional guatemalteca, lograron llegar a un albergue de Tecún Umán, pero hasta ahí quedarán, debido a que cientos de militares vigilan a las afueras de donde pasan el día, para recuperarse de la caminata y de las heridas causadas por la misma y también por la agresión de los uniformados.

Uno de los encargados del espacio donde se albergan los hondureños explica que solo le dan asistencia humanitaria a este grupo, “no nos sentimos acosados, porque ellos (militares y policías) hacen su trabajo, y lo único que quieren es intimidar al migrante, quien en automático huirá de acá, porque ellos sí se sienten amenazados”.

En sí, este lunes 14 camiones fueron enviados por el gobierno de Honduras a Vado Hondo, Guatemala, para “repatriar” a por lo menos 600 migrantes; se espera que en el transcurso del martes y miércoles estas acciones continúen.

COYOTES AL ACECHO

Un audio revela lo que, de forma cotidiana, sufren quienes comienzan un éxodo hacia otro país en busca de mejores oportunidades. En la actual caravana, de acuerdo con un audio que reveló Radio HRN, se escucha cómo supuestos coyotes mexicanos advierten lo que sus homólogos de Honduras pretenden hacer con algunos integrantes de la movilización masiva de migrantes.

De hecho, la grabación revela que dos sujetos, identificados como “Cubas” y “Lester” manejarían “los hilos” de la caravana que, desde el pasado viernes, salió de San Pedro Sula con rumbo hacia Guatemala.

Uno de los supuestos traficantes de humanos, con acento mexicano, lanza una serie de advertencias, como el que los migrantes ya saben lo que les sucedería por parte de los coyotes de Honduras; “Hay intenciones negras y oscuras para ustedes”, advierte.

La situación se pone más crítica cuando, la misma voz, les deja en claro lo siguiente: “Cuando ya les estén sacando el bofe y el hígado, ya lo sabían, entonces no le hagan al cuento”.

Según los mismos migrantes que participaron en esta caravana, otro grupo más “musculoso” saldría de su nación entre el próximo 21 y 25 de enero. No obstante, no será una tarea fácil, debido a que tendrían que sortear los filtros de vigilancia colocados durante los cientos de kilómetros que tienen que recorrer.

Por el momento, algunos activistas de Tapachula se manifiestan de manera pública para exigir un alto a lo que llaman represión, y externan su preocupación por el acoso que viven las mujeres hondureñas por parte de las policías y gendarmes en su intención de migrar.

De lo que sí está seguro Martín, el migrante hondureño entrevistado por La Silla Rota, es que en caravana ya no volverá a salir de su país, “sino ahora lo haré aunque sea más o menos legal, y sé que puedo lograrlo”.

ONG MONITOREA ABUSOS

De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova (Frayma), con sede en Tapachula, desde principios del año pasado el cerco policiaco-militar es más denso, al grado de que las caravanas que han intentado ingresar al país, solo quedaron en el intento.

Miguel Hernández, encargado del área de Documentación de Violaciones a Derechos Humanos de esa ONG, atribuyó que por la pandemia, las acciones de monitoreo de agrupaciones como la de ellos se han limitado para evitar contagios, lo que de alguna manera ha abonado a que los migrantes sean aún más vulnerables.

“La prueba es este aumento de la militarización y el uso de la fuerza pública en Guatemala, porque esos grupos que hacían el éxodo desde Honduras al menos llegaban a la frontera entre México y ese país, en Ciudad Hidalgo para ser exactos, donde se les contenía”, resaltó.

En la actualidad, pareciera que ese “muro” se militariza más hacia el sur, atajó el entrevistado, quien lamentó que se tenga que utilizar gas lacrimógeno o palos para hacer retroceder las caravanas.

Tan efectiva ha sido esa estrategia de los gobiernos de Centro y Norteamérica que, dijo, hasta hoy no ha llegado alguien a solicitar apoyo de alguna ONG, como el “Frayma”, para dar a conocer los abusos que podrían haber vivido en esta última caravana.

“Estamos muy preocupados, porque aparte del uso de la fuerza pública, también hay otras consecuencias que quedan a nivel sicosocial, emocional, de las personas que sufren en su trayecto; pero también, el aumento de policías y militares, genera que los migrantes tomen caminos de extravío, lo que los expone a muchas situaciones de violencia”.

Con base en el “Frayma”, el quedar en esa situación los deja en manos de las redes de trata, a ser secuestrados, o que abusen de ellos y ellas sexualmente, pues son caminos pocos vigilados.