El estado de Quintana Roo no participará en la edición virtual del Tianguis Turístico que organiza el gobierno federal, ya que se consideró que existe una gran incertidumbre sobre la utilidad del evento y el costo de estar en los stands virtuales es muy alto.
Darío Flota Ocampo, director del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ), destacó que determinaron en una reunión que los recursos que se invertirían en el Tianguis Turístico se destinarán a otras acciones de promoción que sí garanticen beneficios tangibles para la industria turística estatal.
“Fue una petición del sector privado que tiene su representación en la junta directiva del CPTQ; el argumento principal fue la eficiencia en el manejo de recursos; hay falta de certidumbre en la utilidad del evento porque a estas alturas no se conoce la lista de compradores y el costo por participar es realmente caro”, señaló el funcionario quintanarroense.
PANDEMIA CAMBIÓ PLAN DE TIANGUIS TURÍSTICO
La edición 2020 del Tianguis Turístico será digital debido a las medidas tomadas ante la pandemia de coronavirus. Este evento fue cancelado, se realizaría en Mérida, Yucatán entre el 22 y 25 de marzo pasados.
El encuentro virtual de negocios que está organizando la Secretaría de Turismo federal no tiene mucho sentido, dijo Flota Ocampo, ya que la labor de venta y negociación con aerolíneas, touroperadores y agencias mayoristas pudieron hacerlo de manera remota en el confinamiento.
Recalcó que tampoco está claro qué grandes mayoristas internacionales asistirán.
“Lo único que se decidió en el seno del CPTQ fue no pagar por un stands que hospedara en un solo clic toda la oferta turística del estado”, pero sí serán parte de la opción gratuita de esta edición virtual del Tianguis, aclaró.
En entrevista cita por El Economista, Marisol Vanegas Pérez, secretaria de Turismo de Quintana Roo, comentó que coinciden en el planteamiento del sector privado en que los pabellones de esta edición virtual del Tianguis son muy caros, pues el CPTQ tendría que haber pagado poco más de 20,000 dólares, que es prácticamente el mismo costo que tenía un pabellón físico en la edición que iba a realizarse en Mérida, Yucatán.
(Luis Ramos)