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Pulverización de cárteles recrudece la violencia

El aumento en el número de muertes y la impunidad con el que se actúa han intensificado la fuerza de los enfrentamientos, señalan expertos

Escrito en ESTADOS el

En los últimos días la violencia en el país ha recrudecido. Enfrentamientos entre grupos delincuenciales, así como fuerzas federales y presuntos delincuentes han derramado sangre en las calles.

Este miércoles, un enfrentamiento entre miembros del Cártel de la Línea y del Cártel de Sinaloa dejó 15 muertos en Chihuahua.

Mientras que el lunes, en Puebla, un grupo armado levantó a nueve personas, presuntamente relacionadas con el robo de combustible, ejecutando a cuatro y calcinando a cinco.

Más los 17 delincuentes y dos civiles fallecidos en Mazatlán, Sinaloa, tras un enfrentamiento y persecución entre elementos federales y grupos delictivos. 

Sin mencionar que en mayo pasado, de acuerdo con información de la Secretaría de Gobernación, hubo el mayor número de muertos del que se tenga registro en el país.            

Para Javier Oliva, experto en seguridad, coexisten tres ejes de la causante de la escala de la violencia en el país:

“La pulverización de las organizaciones criminales y sus expresiones a nivel tanto local como regional, el nivel de impunidad con el que se actúa para cometer estos crímenes y la capacidad de organización así como de fuego que tienen estos grupos a nivel local”.

Oliva añade que el abatimiento o captura de líderes de cárteles de la droga por parte del gobierno federal también propicia un escenario donde la violencia emerge.

“(La violencia) obedece a la neutralización de los llamados blancos prioritarios, tenemos una problemática agudizada en la que distintas facciones del grupo original busca hacerse del control de la organización”.

Además, indica Javier Oliva, a lo anterior habría que agregarle la debilidad de las corporaciones policías a nivel municipal y estatal.

“No hay estrategia de seguridad, yo las llamo medidas que son en la mayor parte de los casos reactiva. Tú tienes, por ejemplo, esta noticia pésima de que la Conago (Conferencia Nacional de Gobernadores) tiene también una corporación policiaca. Es decir, la ocurrencia, el desorden, el protagonismo electoral está dando como resultado es la pendiente de violencia que vivimos en el país”.

Por su parte, Elena Azaola, también experta en seguridad, coincide con Javier en que “existe una falta capacitación por parte de los cuerpos policiacos”.

Ante la posibilidad de que surjan nuevos enfrentamientos entre delincuentes y fuerzas del orden que dejen como saldo casos parecidos a los de Tlatlaya, Apatzingán o Tanhuato, donde hubo ejecuciones masivas por partes de efectivos federales, Javier Oliva refiere:

“Existe la probabilidad de que surjan este tipo de escenarios, por la forma en la que gobierno federal ha acometido su responsabilidad en recuperar y mantener la paz pública y el Estado de derecho”.

En tanto, Azaola señala que estos enfrentamientos donde hay una enorme mayoría de presuntos delincuentes caídos en comparación a los policías o soldados heridos o fallecidos, “da a pensar que son ejecuciones las que han tenido lugar”.

“El gobierno no da la importancia y el lugar que cada uno de los acontecimientos merecen, no envían un mensaje claro y contundente de que esto no debe suceder de que esto no es política gubernamental, el silencio indica una claro complicidad con estos hechos”, declara Azaola.

Y agrega: “Hay una violencia incontrolada y un incremento de otro tipo de delitos, desde luego esto significa un aumento muy grave de la inseguridad y una incapacidad muy grande por parte de las autoridades de los diferentes niveles de gobierno”.

Para solucionar los connatos de violencia en el país Elena aconseja que “que hagan políticas, que revisen las políticas que han fallado y que den los giros que sean necesario dar para que se fortalezcan las instituciones y hacer claro que matar a la gente no es una política de seguridad”.

En la misma línea, Javier Oliva señala al poder legislativo argumentando que “no ha cumplido con la responsabilidad de crear marco jurídico especifico y necesario para lo que vive el país”.

Finalmente y ante el panorama en materia de seguridad en el país para los próximos meses, Oliva sentencia: “No soy optimista”.