PUEBLA (La Silla Rota).- El fin de semana, tras discutir con su esposa Nayeli quien amenazó con dejarlo, Damián intentó asesinarla a ella y a su hijo Kevin de 13 años de edad.
De acuerdo con los reportes de vecinos, el presunto responsable de agredir a su familia e intentar suicidarse, estaba alcoholizado y drogado.
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Damián terminó agrediendo a su hijo, quien intentó proteger a su madre de la agresión.
El detenido se lesionó el cuello y subió al techo del edificio de cuatro pisos, del fraccionamiento Casas Geo para lanzarse al vacío.
Su madre le suplicó que no se aventara, junto con los otros dos hijos de la pareja que presenciaron los hechos, mientras Nayeli y Kevin eran trasladados a un nosocomio.
Damián pretendía aventarse del edificio de cuatro pisos, pero gracias a la persuasión de los elementos de seguridad pública lograron evitar un suicidio, curaron sus heridas y lo trasladaron a un hospital.
Entre enero y febrero, en la entidad poblana se han presentado 29 feminicidios.
En Puebla, el segundo delito que se denuncia, solo por debajo del robo, es la violencia familiar. Y la mayoría de los casos se concentran en el sur de la capital poblana, según el diagnóstico que elaboró el Instituto Poblano de la Mujer, declaró su titular, Mónica Silva.
El año pasado, indicó, el IPM a través del 911 y de sus líneas directas recibió 5 mil llamadas, algunas con reportes directos de violencia o solicitando asesoría -la mayoría de las ocasiones va implícita la violencia que enfrentan en el hogar-.
Del total de casos que tienen el IPM, sólo 30 por ciento de las mujeres presenta las denuncias y apenas 10 por ciento de ese porcentaje judicializa los casos.
El reto en Puebla, precisó Mónica Silva, es garantizar a las mujeres su derecho humano de vivir una vida libre de violencia y que tengan esquemas de apoyo para romper con las agresiones.
kach