MÉRIDA.- José Eduardo Ravelo Echeverría, “El Güero”, tenía 23 años cuando la policía lo detuvo ilegalmente, lo esposaron, golpearon y en la parte trasera de la patrulla abusaron de él. Era miércoles 21 de julio cuando el joven -originario de Veracruz- caminaba por el parque de San Juan en el Centro Histórico de Mérida, se dirigía a una entrevista de trabajo, pero nunca llegó.
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Un día después de la agresión sexual, el jueves 22 de julio, José pidió ayuda a su madre, María Ravelo Echevarría, quien viajó de Veracruz a Mérida para ayudarlo, ya que él no podía caminar solo por las lesiones. Para el 24 de julio, María logró conseguir un pasaje y acompañó a su hijo al hospital Agustín O'' Horán, en Mérida, para recibir atención médica.
Cuando llegué a Mérida encontré a mi hijo vomitando sangre, no podía respirar ni moverse, le pedí que se alistara para ir al hospital Agustín O' Horán, no nos atendieron como esperaba, dado la gravedad de lo sucedido. El doctor solo le preguntó si era gay y yo le respondí que él ya dijo que no es gay y aunque fuera nadie tiene derecho a golpearlo y violarlo
María aseguró que su hijo no recibió la atención que esperaba, únicamente cuestionaron su sexualidad y lo enviaron a hacerse unas placas que costaban 400 pesos, ella no podía pagarlas. Incluso venir a Mérida no fue fácil, toda la familia prestó dinero para apoyarla.
Decidió ir a la Fiscalía General del Estado (FGE) a interponer la denuncia, la cual quedó asentada en la carpeta de investigación 433/2021. José rindió su declaración y lo revisó el médico legista; posteriormente, lo trasladaron de emergencia al hospital Agustín H´Orán, en donde quedó internado.
“En la FGE lo examinaron y dijeron que tenían los resultados de la agresión y que sí había sido violado, que ya habían girado oficios para investigar qué unidades de la SSP operaron en la zona del parque de San Juan, entre 10 y 11 de la mañana. También me comentaron que revisarán las cámaras”, señaló María.
TRIPLE DIAGNÓSTICO
Ya en el hospital, un médico le especificó a María que su hijo tenía el pulmón perforado, otro le dijo que debían intubarlo porque le costaba respirar y, finalmente, lo trasladaron al área de covid-19.
José no sobrevivió y falleció el martes 3 de agosto. El último reporte que le dieron a María es que el joven tenía muy dañados los riñones, había sangre en un pulmón y daño cerebral. Ella insiste en que los policías asesinaron a golpes a su hijo. “Nunca imaginé que me iba a llevar a mi hijo muerto”.
“El Güero” llegó a Mérida hace cuatro meses, decidió mudarse porque unos amigos le contaron que Yucatán era el estado más seguro de México, nunca pensó que perdería la vida camino a una entrevista de trabajo. La policía lo arrestó, según declaró su madre, por verse “sospechoso”.
Tampoco tienen la certeza de qué corporación eran los agentes de la policía, María solo sabe que portaban pantalones oscuros y camisas entre color gris y caqui.
El cuerpo de José aún se encuentra en el Servicio Médico Forense (Semefo), donde le realizan la necropsia de ley y los estudios para determinar las causas de su muerte.
En tanto, su madre necesita ayuda para su estancia en Mérida y pagar el traslado del cuerpo de su hijo a Veracruz de donde es originario.
Si deseas ayudar puedes contactarla al teléfono 288 102 4924.
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