Main logo

Platería, las artesanías que no sólo provienen de las minas

Don Luis ha visitado sitios arqueológicos mayas y de las costas del Golfo de México en busca de material para el arte de la joyería

Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.- Las manos de Don Luis han visitado el lugar de los sitios arqueológicos mayas y las costas del Golfo de México en busca de pedrería, rocas ornamentales y uno que otro cuarzo que tallará para convertirlos en joyería artesanal que comercializa en Real del Monte, el pueblo minero de Hidalgo.

Lee más en LSR Hidalgo: Concurso del ximbó en Actopan

Oriundo de ese municipio, José Luis Viveros es uno de los artesanos precursores de la actividad económica más representativa de Real del Monte: la platería.

En ese Pueblo Mágico famoso por sus memorias mineras, Don Luis o “Luisito” como lo llaman sus compañeros comerciantes, está labrando su propia historia desde hace 10 años para dejar huella y ser recordado por sus piezas de plata y la creatividad que imprime en cada una de ellas.

En esa ciudad montañosa abundan los locales que deslumbran con el brillo de la plata, pero dice Don Luis que la mayoría de los artículos que se expenden se consiguen a través de intermediarios, lo que hace que el producto eleve su precio porque los comerciantes tienen que percibir una ganancia.

Por eso, Luis decidió construir un taller en su hogar, lugar que alberga materia prima traída desde Chiapas, Veracruz y por supuesto de las minas de Real del Monte para realizar anillos con mezcla de materiales que en su mayoría contienen plata, lámina, alambre y piedras que adornan la joyería.

Lonas en gama de color azul cubren la mesa de madera donde exhibe desde collares, pulseras, piedras y una que otra artesanía que no es propia de la platería como los atrapasueños amarillos y rosas que cuelgan sobre la pequeña cabeza de Don Luis, que en sí hacen conjunto con su estatura de no más de un metro con 65 centímetros y su abundante bigote negro característico de su rostro.

Pero antes de comercializar los productos, Luisito tiene que trasladarse a la Ciudad de México para conseguir el metal a través de diminutas bolitas de acero denominadas “granallas”, tan pequeñas que las compra por gramos y después disuelve con ácido para obtener la plata. 

Cada joya es única no sólo por la creatividad e incrustación de piedras, sino porque el material con el que están hechas viajan cientos de kilómetros a través de la República para poder llegar al Real del Monte.

Don Luis aprovecha los viajes que su compadre traílero hace en el territorio nacional para ir a Chiapas a conseguir ámbar que después monta en piezas de plata, aunque las Vigas de Ramírez municipio de Veracruz, es también uno de sus lugares predilectos para adquirir cuarzos que utiliza en dijes y cadenas.

Aquí, la actividad platera requiere de actualización para trabajar la filigrana, los ópalos y hasta el ojo de tigre que es una mezcla de minerales de colores amarillentos, sin olvidar la piedra de jade, todas pulidas por las manos de este artesano oriundo del Real.

Yo me di cuenta que luego nos llegan a quedar las piezas un poco más chicas, un poco más grandes, pero estoy tomando cursos de lapidar piedra, de pulir las piedras”, contó.

Las formas de elaboración son múltiples, desde la técnica de calado hasta los juegos de cadena con pulseras, anillos y aretes hechos de punto peruano, estas son las artesanías de plata más costosas que vende Don Luis, por no menos de 2 mil pesos, debido a la fabricación que tarda hasta dos días.

Aunque la “pirita” es una de las piezas que más sobresalen entre la mesa de exhibición y la tela de terciopelo negra a la vista de los compradores, quienes se acercan a preguntar por el costo del “oro de los tontos” que se pueden conseguir hasta por cinco pesos.

Las artesanías de Don Luis pueden ser adquiridas de viernes a domingo en las calles empedradas del Real de Monte, en la góndola ‘Plata y Artesanías JN” de esta ciudad minera, incrustada entre las montañas de Hidalgo.

emh