TUXTLA GUTIÉRREZ.- A pesar de que desde finales del año pasado la Fiesta Grande de enero del Pueblo Mágico de Chiapa de Corzo fue cancelada debido a la contingencia sanitaria por la covid-19, este viernes un grupo de parachicos salió a las calles a danzar en honor de los santos patrones.
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De inmediato, las críticas subieron de tono, sobre todo en las redes sociales, al calificar esta acción como un atentado a la salud de los propios lugareños, e incluso en contra de sus tradiciones, pues se desacata una orden del patrono de esos personajes reconocidos como patrimonio inmaterial de la nación por parte de la Unesco.
En un momento, la confrontación con algunos pobladores estuvo a punto de estallar, pues se le reclamaba al grupo dirigido por el ciudadano Carmelo el por qué se desobedecía a lo ya anunciado. La situación no pasó a más, y solo se quedó en el intercambio de palabras.
Hace unos minutos, el Ayuntamiento de esta Heroica Ciudad, a cargo del alcalde, reprobó que “el grupo antagonista, que encabeza Carmelo ‘N’, hayan faltado al pacto que realizaron autoridades morales (patrón de los parachicos, priostes y representantes de pandillas), religiosas y municipales, respecto a la cancelación de los eventos que forman parte de la tradicional Fiesta de Enero 2021”.
Ante este panorama, la misma autoridad dejó en claro que quienes no acaten las órdenes o lo establecido, será denunciado ante las instancias competentes, “pues no debe perderse de vista que estamos en situación de alto riesgo por el rebrote de la pandemia”.
Para Mario Nandayapa, reconocido historiador de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), la celebración chiapacorceña es colectiva, y va más allá de una definición legislativa, lo que se conoce como procesos constitudinarios, es decir son productos de acuerdos sociales.
“Por eso, ¡aquí no sale ningún parachico!, y la primera sanción que debe de haber es moral, pero también sicológica, una sanción de violencia simbólica y asimismo legal, porque el grupo que sale a danzar está provocando”.