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Olor putrefacto y vísceras al aire libre: el rastro de Texmelucan

Ante las denuncias de contaminación que han hecho en varias ocasiones los vecinos, el director del rastro municipal, Félix Vázquez defendió las condiciones en las que se trabaja

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PUEBLA (La Silla Rota).- Sobre la carretera federal Puebla-México, con sentido a la capital del país, surge un insoportable olor a putrefacto, justo en el municipio de San Martín Texmelucan, donde este año arrojaron cuerpos desmembrados en la vía pública.

Al adentrarse hacia el fraccionamiento Diamante, en San Francisco Tepeyac, el olor ya es nauseabundo.

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Al fondo se observa una laguna de sangre, con vísceras y cuerpos sin vida. No, no se trata de una matanza humana, sino de las condiciones bajo las cuales opera actualmente el rastro municipal de San Martín Texmelucan, región a la cual, cada semana llegan miles de comerciantes al tianguis más grande de América Latina.

Las denuncias de vecinos de la zona por el mal olor y el aumento de fauna canina, este día se corroboraron, cuando los trabajadores del rastro iniciaron un paro de labores porque intentan despedirlos sin finiquito.

Los inconformes además de cerrar la carretera federal Puebla-México, a la altura de la junta auxiliar de San Francisco Tepeyac, denunciaron el confinamiento irregular de las vísceras que existe en el rastro municipal, en cuya entrada se lee una lona de la actual administración a cargo de la alcaldesa Norma Layón: “Una Ciudad de Primera”.

Ante las denuncias de contaminación que han hecho en varias ocasiones los vecinos, el director del rastro municipal, Félix Vázquez defendió que la comuna les dota de lo necesario para llevar a cabo los procesos sin contaminar a la comunidad.

Sin embargo, este día su postura fue rebatida con palabras altisonantes de los trabajadores, quienes lo retaron a dar accesos a los medios de comunicación para observar las condiciones de operación del rastro municipal que atiende a la región.

En promedio, de acuerdo con los datos proporcionados por el personal del rastro, diariamente se sacrifican en promedio, 60 reses en canal y 75 puercos.

Producto del sacrificio, en el interior del rastro, hay toneles desparramados con hígados, ya que el propio director del rastro ha declarado que los desechos de los animales son utilizados para elaborar croquetas, mientras el resto de las vísceras se comercializan en el mercado, a excepción de los hígados porque su venta está prohibida.

En un terrecer cercano a las instalaciones del rastro, se observa un tiradero al aire libre, donde hay más que vísceras, hay animales enteros en estado de putrefacción.

Tampoco el agua que utiliza el rastro recibe un tratamiento especial.

Y, adicional a la contaminación que existe en el interior y exterior del centro de matanza, se observa a “los introductores” desplazar la carne -sin cubrirla- en motocicletas.

mvf