GUADALAJARA.- El rastro municipal afirma tener 68 empleados, pero los empleados aseguran que hay por lo menos unos 280 trabajadores, quienes en su mayoría son familiares entre sí.
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Los empleados denuncian, de manera anónima, una serie de arbitrariedades en las que podría estar el mismo gobierno de Guadalajara, que encabeza Ismael del Toro, y en las que estaría una nómina inflada de más de 62 millones de pesos anuales, de trabajadores afiliados al sindicato de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).
En el portal de transparencia del ayuntamiento de Guadalajara se muestra que el rastro municipal de Guadalajara cuenta únicamente con 68 empleados, los cuales anualmente reciben un pago de nómina que asciende a los 14 millones 133 mil 840 pesos, es decir, un promedio por trabajador de 207 mil pesos, 17 mil pesos al mes.
Pero los denunciantes dan otra realidad. Estiman que anualmente se emiten pagos por hasta 62.2 millones de pesos a los 280 empleados que no se reportan en el sitio de transparencia del gobierno de Guadalajara y de los cuales el 60 por ciento recibe semanalmente remuneraciones extras bajo el concepto de “pagos ocasionales”.
Actualmente, 104 “empleados fantasmas” estarían cobrando por realizar una labor extra, 47 por realizar dos, 14 por participar en tres y uno por desempeñar cuatro diferentes tareas.
Las denuncias apunta, por ejemplo a uno de estos trabajadores fantasma, a Carlos Adrián, quien por la semana del 3 al 9 de julio pasado recibió 2 mil 140 pesos adicional a su sueldo de 5 mil 890 pesos.
El reclamo surge debido a que, por haber realizado las mismas actividades extras, otros empleados del rastro municipal de Guadalajara, que no pertenecen al sindicato de la CROC únicamente, han recibido por paga 602 pesos y 437 pesos e incluso mencionan que hay casos en los que no se genera un pago extra.
Además, entre las personas que son reportadas como de las beneficiadas, al tener una nómina mensual de 32 mil pesos, más 11 mil 649 pesos como "pagos ocasionales", están Felipe Escobedo Guerrero y Rodolfo Mario Escobedo.
Cabe recordar que esta no es la primer ocasión en que los empleados del rastro municipal de Guadalajara realizan denuncias públicas en contra de los directivos del lugar e, incluso, señalando “amiguismo” de algunas personas con el gobernador Enrique Alfaro Ramírez.
El rastro municipal de Guadalajara fue auditado el pasado 1 de septiembre (VIS/02/2020), sin embargo, el pasado jueves 10 de el director del lugar, José Ángel González Aldana, solicitó una prórroga de entrega de información al director de Auditoría, Luis Enrique Gutiérrez Valadez, para subsanar observaciones e irregularidades.
En el mismo documento justifica el retraso, debido a que los formatos de distribución de servicios de sacrificios y porcentajes deben escanearse por semana desde el 2 de enero a la fecha.
El director del Rastro también pidió que “en próximos días” acuda un auditor a seleccionar o depurar la información que ayude a solventar lo requerido.
Los inconformes temen que esa petición por parte del titular del Rastro sea para maquillar las presuntas irregularidades que existen.
Con información de Debate