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“Nuestra fe nos ha hecho salir adelante, creemos que habrá justicia”

Cindy recuerda el horror que vivió el 5 de junio de 2009 cuando le confirmaron que Camila, su hija de 2 años, había muerto en el incendio de la Guardería ABC

Escrito en ESTADOS el

“Si Camila era un ángel en el cielo, yo también me quería ir, quería estar con ella”. Cindy Cervero recuerda el horror que vivió el 5 de junio de 2009 cuando le confirmaron que Camila, su hija de dos años había muerto en el incendio de la Guardería ABC, en Hermosillo. Pero, también llega a su memoria el sentirse alegre, aún en esos momentos, porque su otra hija, Emilia, todavía luchaba por su vida en el hospital. Estaba viva.

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Ese día, ella y su esposo Carlos, dejaron a sus hijas de 3 y 2 años en las instalaciones de la guardería, para ir a sus respectivos trabajos, como habían hecho todos los días. Sin embargo, ese día no pudieron pasar por ellas para llevarlas a casa.

(Fotos Especial)

Camila fue declarada muerta y Emilia intentaba sobrevivir con la fuerte inhalación de humo y quemaduras en sus extremidades.

Ahora, a 11 años de la tragedia que marcó al país entero, donde murieron en total 49 niñas y niños y 105 resultaron heridos, Cindy asegura que su fe la ha llevado a vivir y ser fuerte para sus hijos, ahora que es madre de otros dos pequeños.

Pero el proceso no fue fácil. La muerte de Camila marcó la vida de esta pareja de jóvenes, quienes tenían 21 años cuando el incendio les arrebató su felicidad.

Después de sepultar a la pequeña, se quedaron al lado de su hija mayor en el hospital. La llevaron a todas las terapias que ella necesitaba, tanto con especialistas en la Ciudad de México, como en hospitales en Estados Unidos.

Y, aunque Cindy se alegraba de que Emilia estaba con vida, no podía superar la idea de que su hija menor ya no vivía.

“Mi niña fue enterrada al día siguiente del incendio, el 6 de junio. No fue velada mucho tiempo, no nos pudimos despedir. Fue algo muy duro, muy fuerte para mí. En ese momento no entendía, no entendía nada. Parecía como si fuera… un zombie, no sé… que no piensa. Estaba muy mal”, recuerda en entrevista con La Silla Rota.

Acudió con psiquiatras, psicólogos, tomó antidepresivos, pero nada le ayudaba. Incluso, pensaba que, si como le decían, su hija era un ángel en el cielo, ella también se quería ir.

Yo estaba muy obsesionada con la niña, odiaba el que dijeran que era un ángel, yo me preguntaba para Dios iba a querer que mi niña fuera ángel. Empecé a sentir que, si mi niña está en el cielo, yo también quiero estar allá…

Cindy y su esposo también comenzaron a tener problemas en su matrimonio y ella se sentía cada vez más desesperada, más sola y más triste. Por eso, decidió buscar ayuda en una iglesia cristiana, donde se encomendó a su fe.

La madre considera que con esto retomó fuerzas para seguir dando su apoyo a su niña Emilia, buscó sentirse bien para estar con ella y darle el soporte que necesitaba.

“Fue entonces que tomé fuerzas y pude enfocar todas mis energías en la más grande. Ella también estuvo a punto de morir. Se quemó bastante, inhaló bastante humo. Mis deseos eran que ella se aliviara”, relata.

La pequeña Emilia sobrevivió y logró recuperarse. A pesar de que las llamas de la Guardería ABC macaron sus cuatro extremidades, Emilia es una niña alegre y atenta, la describe su madre.

Para Cindy, su fe los ha mantenido unidos y fuertes para su hija que está a un mes de cumplir 15 años, pero también para sus dos hijos, que tuvieron después de la tragedia: un niño de 8 años y una niña de 3 años, quienes asegura, son una bendición.

En especial, la más pequeña les recuerda a Camila. Su sonrisa, sus travesuras y su manera de amar.

“Ha sido una alegría para nosotros. Lo hemos tomado como un consuelo por parte de Dios. Esta niña ha sido una alegría para nosotros porque la más pequeña, aunque físicamente se parece a su hermana mayor, se parece tanto a Camila, la vemos, la escuchamos hablar, nos reímos, y a veces suspiramos de nostalgia, pero ha sido un consuelo para nosotros”, cuenta con alegría en su voz.

No hay nadie preso, pero hay avances en reparación del daño

Gabriel Alvarado, el abogado que representa al grupo Movimiento 5 de Junio por Nuestros Niños” lamenta que la justicia no ha llegado a los padres de las víctimas del incendio, a 11 años del día en que perdieron a sus hijos y más de 105 resultaron heridos. Sin embargo, ve avances en cuanto a la reparación del daño.

A pesar de las sentencias dictadas en junio de 2016 por el Juzgado Primero de Distrito en Sonora, contra los funcionarios involucrados de las dependencias a cargo de supervisar la seguridad de las instalaciones y asegurarse que nada de esto ocurriera, ninguno está en la cárcel hasta este día.

Se trata de 22 personas que han sido sentenciados a hasta 29 años de prisión, en algunos casos, pero que interpusieron amparos, de los cuales, su resolución está en manos del Poder Judicial, paralizado por la contingencia sanitaria por covid-19.

Al igual que las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) sobre la línea de que el incendio fue intencional y que inició en la bodega continua a la guardería, que pertenecía a la Secretaría de Hacienda, en el sexenio del exgobernador priista Eduardo Bours.

Ahorita no hay nada, no hay ningún avance. No hemos tenido noticia de que se haya logrado tener más información. En esa etapa nos encontramos, el coronavirus afectó las investigaciones y afectó la actividad jurisdiccional porque no se ha resuelto sobre la responsabilidad o no de estas 22 personas”, explicó a La Silla Rota

Estas personas sentenciadas son extitulares de Protección Civil, representantes del IMSS en Sonora encargados de guarderías.

Sin embargo, aunque hay este retraso en materia penal, Gabriel Alvarado reconoce que el gobierno federal y el presidente Andrés Manuel López Obrador ha mostrado avances la reparación del daño, pero también celebró que se haya reunido con los padres en diferentes ocasiones, donde los escuchó de viva voz.

He visto que el presidente ha tenido una muy alta sensibilidad y solidaridad para con las familias, él con el propósito de darles mayor tranquilidad emitió un nuevo decreto el pasado 14 de marzo, al día siguiente que se reunión con los padres, que modificó, para mejorarlo, el que se emitió en 2010 con Felipe Calderón. Sí mejoró sustancialmente

Esto en referencia al decreto presidencial que garantiza apoyo vitalicio para los padres de las víctimas morales, para los menores heridos y para algunas maestras de la guardería que resultaron afectadas.

“Tenemos fe en que los culpables pagarán por su corrupción”

Cindy asegura que los responsables del incendio en la Guardería ABC, que ocasionaron la muerte de Camila y sus compañeritos pagarán por su corrupción.

Y espera, que las autoridades cumplan su palabra al decir que habrá avances en la investigación de la Fiscalía General de la República (FGR).

Aunque algunos digan que “Dios tiene sabe lo que hace” no está de acuerdo, pues considera que la tragedia fue ocasionada por personas que no hicieron su trabajo al supervisar las instalaciones y mantener seguros a sus hijos.

“Yo no soy partidaria de que Dios hizo las cosas malas. Estoy segura que la guardería fue corrupción, el pecado de alguien más, corrupción. Dios sabe lo que hizo, dicen, pero no, no estoy de acuerdo, no quería que pasara eso, fue la corrupción, siempre defiendo ese punto y sí, queremos justicia”, afirma.

A pesar de que, en los últimos años, ella no ha acudido a las marchas, porque siempre le afectaban emocionalmente, siempre ha estado en apoyo del resto de los padres de las víctimas.

Además, la fotografía de Camila siempre acude a las marchas o vigilias, por alguno de sus familiares como hermanos, tías, primas, quienes también exigen justicia.

Por lo pronto, Cindy y su familia se enfocan en su fe y en vivir feliz para sus hijos. Mantienen la esperanza de que un día se volverán a reunir con su bebé, en el cielo.

Todos estos años vimos como dios nos ha sostenido, aunque Camila murió, nosotros estamos con vida y entendemos que un día vamos a verla, vamos a verla en el cielo, es una niña está con Dios