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“No tengo miedo de contagiarme… si no vendo no como”

“Necesito mil 500 pesos al mes para comprar mis pastillas para controlar la diabetes… a veces me la veo duras”, dijo La Jarocha, vendedora de dulces en Pachuca

Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.- “No tengo miedo de contagiarme (de la covid-19). Si no tengo que comer ¿qué hago? Va a salir lo mismo si me contagio a que no tenga qué comer… no puedo estar encerrada día y noche, porque entonces qué como… no hay nada en mi casa. Tengo que salir a ganarme el dinero… no tengo miedo de la enfermedad, para nada”.

Así lo expresó Maidarly Agredano Díaz “La Jarocha”, conocida comerciante ambulante de golosinas en el centro de Pachuca, quien, pese a que las autoridades decretaron el semáforo rojo en la ciudad, ella persiste en salir a vender sus productos pese a tener diabetes y estar próxima a cumplir 70 años de edad.

Bolsas de palomitas, chicharrones y chetos, así como dulces, chicles y cigarros son los productos que ofrece a los transeúntes de la Plaza Independencia, quienes acuden a ver el Reloj Monumental de Pachuca.

Hay mucha gente con necesidad y el gobierno no nos está apoyando de ninguna forma. ¿Cuántos habremos que tenemos la necesidad de pagar luz, renta, agua y alimentos y no tenemos las posibilidades de salir adelante?”, cuestionó.

Más allá de contagiarse, La Jarocha está preocupada porque nuevamente las autoridades han pedido a la población que se queden en casa para frenar la propagación de contagios de la covid-19.

“Hoy nos quieren prohibir salir a la calle ¿qué vamos a comer o a hacer?, ¿y los que necesitamos medicamentos?, no solamente es lo de la pandemia, tenemos otro tipo de enfermedad y necesitamos económicamente tener algo de dinerito para seguirla pasando”, comentó en entrevista con La Silla Rota Hidalgo.

La Jarocha está próxima a cumplir 70 años. Ella vive atrás de la escuela primaria Justo Sierra, rumbo al barrio de El Arbolito, en Pachuca. Dice que diariamente se levanta a las 6:00 de la mañana para preparar su mercancía y salir a venderla. 

Ella paga renta, agua y luz. Este último servicio “me lo cortaron, porque ya no completé y la verdad ya no tenía mucho dinero, era comer o pagar la luz, así que ahorita estoy en penumbras… quien quiera constatarlo, que vaya a mi casa”, expresó.

"Lo único que hago es vender, no tengo otro oficio. Hasta el momento no hay ninguna autoridad que se haya acercado para apoyarme. Yo necesito mil 500 pesos al mes para comprar mis pastillas para controlar la diabetes… a veces me la veo duras y en lugar de tomar diario el medicamento, lo tandeo, un día sí y un día no, para que me rinda”, agregó.

Entre mayo y agosto, meses más duros de la pandemia, La Jarocha tuvo que pedir dinero prestado, unos 3 mil pesos, para poder solventar sus gastos diarios, principalmente para comprar comida, pues que no pudo salir a la calle a vender sus productos.

La verdad, esto de la pandemia está mal porque dicen que van a cerrar los negocios, parques y plazas, ¿a dónde vamos a ir a vender?, ¿qué vamos a hacer? yo ya me traumé, yo ya estoy grande y quién me va dar si no trabajo”.

Ante tal situación, pidió a las autoridades sensibilidad para los comerciantes que viven al día, incluso “al gobernador que me pueda ayudar con una pensión o una despensa, pues la cosa está difícil”, concluyó.


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