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No se va a armar la carnita asada: prohíben fogatas y recalentado al aire libre en NL

La ley busca controlar las emisiones contaminantes en obras y construcciones, además de que prohíbe las fogatas realizadas durante remodelaciones de urbanización y construcción

Escrito en ESTADOS el

Monterrey, N. L.- En Nuevo León queda prohibido encender fogatas o recalentar comida al aire libre, ya que la Ley los contempla como agentes contaminantes del medio ambiente, por lo que habrá sanciones.

"Estará estrictamente prohibido el encendido de fogatas con el fin de preparar alimentos en los sitios donde se llevan a cabo las actividades de urbanización, construcción, remodelación, ampliación, reparación, reconstrucción y demolición, ya sea pública o privada”, cita la Norma Ambiental Emergente con la que el Estado busca controlar las emisiones contaminantes en obras y construcciones.

Las multas para quienes incumplan la normativa, van desde los mil 689 pesos hasta los 2.5 millones.

Emitida el cinco de junio, esta ley busca controlar las emisiones contaminantes en obras y construcciones, además de que prohíbe las fogatas realizadas por albañiles.

Cabe recordar que la Secretaría de Desarrollo Sustentable estatal activó una contingencia ambiental, debido a las numerosas carnes asadas preparadas el 1 de enero de 2019. Desde las 21 horas del 31 de diciembre, registraron un aumento en las concentraciones de las partículas PM10 y PM2.5.

La dependencia especificó que las PM 2.5, provienen del carbón quemado que se utiliza para preparar carne y de la pirotecnia, a esto, sumar la baja velocidad del viento y la inversión técnica, causó la concentración de contaminantes.

La Norma Ambiental Estatal de Emergencia NAE-EM-SDS-002-2019 tendrá un periodo de difusión e implementación de 60 días antes de convertirse en un ordenamiento definitivo.

El Municipio de San Pedro al poniente de la zona metropolitana de Monterrey ya la aplica en obras públicas y privadas.

En la exposición de motivos se establece que las partículas PM10, asociadas con enfermedades respiratorias, registraron en el 2018 una concentración de 56.41 microgramos por metro cúbico, casi un 180 por ciento más que la Norma de la Organización Mundial de la Salud.