MONTERREY.- Al menos en el último lustro, la zona metropolitana de Monterrey ha tenido alrededor de un 80 por ciento de los días del año con mala calidad del aire, por lo que el gobernador Samuel García anunció un impuesto verde a empresas contaminantes. El gravamen se aplicará a partir del próximo año.
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Se trata de 160 fábricas y 20 pedreras, éstas últimas dedicadas a la extracción de caliza de los cerros mediante explosiones que generan contaminación grave.
Los impuestos verdes afectarán a 180 empresas y pedreras y servirán para incentivarlos a renovar o cambiar sus procesos, para hacerse menos contaminantes y librarse del impuesto; servirán para que, quien contamine, pague por el remedio, dicho impuesto no afecta al ciudadano, solo a este puñado de empresas. El impuesto estará etiquetado al combate a la contaminación y la crisis climática", explicó el gobernador en sus redes sociales
Samuel García, quien asistió a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26, abundó que van por plantar un millón de árboles durante el sexenio, para atrapar decenas de millones de toneladas de CO2 y como parte en la lucha contra la crisis climática global.
Otra de las medidas que se aplicarán para combatir la contaminación será la compra de camiones eléctricos para el transporte público.
Apenas la semana pasada, el actual gobierno decretó la primera alerta por mala calidad del aire ante los altos índices contaminantes del aire.
Grupos de ecologistas y activistas han manifestado que la zona metropolitana regia tiene un déficit de alrededor de un millón de árboles, y han exigido que se castigue a las empresas contaminantes.
Además, grupos de ejidatarios y defensores del medio ambiente han sostenido una lucha por años, que llevó a impedir la instalación de una empresa pedrera en la Sierra de Picachos, una amplia zona verde de bosques y especies animales que se veía amenazada por la obra que se detuvo.
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