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Ni el narco dejó la crisis que deja la pandemia en Acapulco: IP

El riesgo para un empresario de Acapulco era alto por la violencia, sin embargo, empresarios señalan que no se comparan con el riesgo que ha causado coronavirus

Escrito en ESTADOS el

Acapulco, Guerrero.- La crisis que ahora viven los empresarios en Acapulco, derivado de la pandemia por la Covid-19, no es equiparable a ningún otro episodio de la historia reciente, según la evaluación del presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Guerrero (Fecanaco), Alejandro Martínez Sidney. Es más, ni siquiera con los momentos más álgidos durante los más de 13 años de violencia que se ha vivido en el puerto: “No hay comparación, ni remota”.

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El líder empresarial ha expuesto en distintos momentos los efectos de esa violencia y se ha quejado con dureza sobre la inmovilidad que les causó. El 16 de julio de 2017, en un texto publicado en este portal hay evidencia de eso. Entonces expuso que el riesgo para un empresario de Acapulco era alto por la violencia, porque las rutas que hacían a su casa y al trabajo se convertían en los momentos más vulnerables, porque podrían ser interceptados por delincuentes.

Impulsaba en esa ocasión una campaña para que el empresario acapulqueño se convirtiera en un líder virtual o supervisor desde un sistema de video vigilancia. Sí, que vigilaran desde la distancia virtual sus negocios. “No es lo mismo estar al frente de un negocio a partir de estos lamentables acontecimientos que han empezado a transformar nuestra vida ordinaria”, dijo el empresario en esa ocasión.

La distancia y el confinamiento son justo las medidas de ahora, tres años después, pero para evitar el contagio de la Covid-19. Estas medidas son las que mantienen en conflicto económico a los empresarios. 

Las actividades recreativas fueron suspendidas por las autoridades conforme avanzaron los días después de la confirmación del primer caso de contagio en Guerrero, ocurrido el 15 de marzo pasado. En muchas de esas actividades está sostenido el turismo del puerto, que se traduce en espacios que pudieran generar aglomeraciones y negocios denominados como no esenciales.  

(Cuartoscuro)

Lo que ahora enfrentan, dice Martínez Sidney, sólo podría tener una similitud con escenarios de otras crisis mundiales. “Yo te lo podría comparar con la Segunda Guerra Mundial”, menciona.

El nivel de su tragedia y la de los empresarios en el país, se lo resumieron las cámaras nacionales de comercio, al calcular que un 40 por ciento de las pequeñas y medianas empresas en el país ya no volverán a sus actividades después de la pandemia, porque cerrarán. 

Ese porcentaje de perdida lo traduce a Acapulco, donde el impacto podría ser de poco más de 25 mil negocios, porque tomó como referencia el padrón de empresarios y comerciantes contribuyentes en el ayuntamiento que, dice, es de 63 mil personas.

Además, menciona, que para los negocios que queden de pie, las cosas no serán sencillas, porque la normalización será gradual después que se levante el confinamiento. Sabe que seguirán las medidas de la distancia y otra restricciones.

Pandemia rebasa violencia

Adolfo Herrera Hernández trabaja en la playa Caleta. Es uno de los prestadores de servicios turísticos vestido de blanco que están en la entrada principal de la playa. Es mesero. Desde el domingo 22 de marzo, dos días después que comenzó el primer periodo oficial de confinamiento (20 de marzo a 20 de abril), él ya evaluaba que con esta pandemia les iría peor que nunca antes con la violencia.

“La violencia y todo eso, pues, todo el mundo la vive, ora si que de eso no nos espantamos, lo que sí nos está espantando es la sicosis por el virus que anda ahorita en el aire”, comenta.

Por esos días, la autoridades federales aún no tomaban la decisión de los cierres de playas y de cualquier otro lugar de recreación, pero los prestadores de servicios turísticos comenzaban a resentir la ausencia de clientes en sus bolsillos.

Por esas fechas Martínez Sidney también se quejó de que no había un plan financiero institucional para los empresarios.

(Cuartoscuro)

Desde entonces hasta ahora han pasado más de dos meses, porque las cifras de contagios en Acapulco de la Covid-19 son las más altas. Es el municipio con más casos en Guerrero. Hasta la tarde-noche de este jueves los números están así: de los mil 584 positivos en todo el estado, el puerto tiene 984. 

En ese periodo los cifras crecieron y las medidas también. La mayoría de los negocios están cerrados; los turísticos fueron de los primeros. Ahora el personal del ayuntamiento en Acapulco, junto a autoridades de otros niveles, supervisa hasta los mercados, para que los puestos no esenciales también cierren.

(Cuartoscuro)

Martínez Sidney define así estos meses: “Es una pesadilla. Desesperación de los colaboradores”. El empresario asegura que quienes más mal la pasan son los empleados. Dice que él ha recibido varias llamadas de auxilio de sus colaboradores pidiéndole préstamos o adelantos. “Es una tristeza, no podemos ayudarle a todos”, agrega.

En su caso, comparte, les han entregado despensas para apoyarlos y junto a otros empresarios han buscado a autoridades para que intervengan ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y les detengan a ellos y a sus colaboradores los pagos del servicio de energía eléctrica. También ante la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (Capama).

Es con estos ejemplos como el empresario hace notar que nunca antes vivieron una crisis igual. 


bl