Main logo

Mujer narra en redes abuso sexual de un sacerdote

Ni perdono, ni olvido, dice la chica que a los 17 años fue víctima de abuso sexual por parte del padre de la Parroquia Santa María de Guadalupe en Mixquiahuala

Escrito en HIDALGO el

MIXQUIAHUALA DE JUÁREZ.- “Ni perdono, ni olvido”, es el título con el que una chica comparte a través de las redes sociales su historia como víctima de abuso sexual por parte del padre de la Parroquia Santa María de Guadalupe, ubicada en el municipio Mixquiahuala de Juárez, Hidalgo.

Tenía 14 años cuando lo conocí al sacerdote Raúl S., pues era quien se encargaba de la pastoral vocacional de la Diócesis de Tula; con el tiempo, tanto mi familia y yo, empezamos a convivir más con él”.

Fue cuando lo asignaron párroco en Mixquiahuala, cuando hubo mayor contacto, narra la víctima, y comenzaron los comportamientos “extraños” como citas a solas “su manera de mirarme, abrazarme y sus preguntas incómodas”.

CERRÓ LA PUERTA, ME ABRAZÓ Y SENTÍ SU ERECCIÓN 

“La última vez que accedí a visitarlo en su oficina, cerró la puerta con llave y me abrió los brazos para abrazarme, momento en el cual yo pude sentir su erección. Después se recostó en una silla y me hizo sentarme en otra, a un lado de él.

Mientras recostaba mi cabeza, en medio de sus piernas y me acariciaba el pelo, recuerdo con horror el temblor de sus manos al momento de tocarme como ansioso”.

Durante esos 60 minutos que estuvieron juntos, la chica agrega, le realizó preguntas sobre su vida sexual, sus parejas sexuales, sus sentimientos acerca de él,  la abrazaba, metía las manos debajo de la blusa, mientras ella intentaba alejarse.

LO ÚNICO QUE QUERÍA HACER ERA LLORAR Y GRITAR

“Tenía 17 años y ya en aquel entonces estaba aterrada, paralizada, sin saber qué hacer”, dice al describir el momento en que la acorraló en el baño, sin salida, apretada a él, menciona.

Lee también en LSR Hidalgo: Cárceles de Hidalgo, de las primeras 10 a nivel nacional por muertes covid-19



Con el tiempo, ella decidió enfrentarlo, pero solamente recibió un perdón por parte del padre., quien actualmente se encuentra en estado grave de salud y quien niega los hechos, dice.

No sé qué podría estar pensando al no ver el miedo en mi rostro al creer que lo que hacía estaba bien cuando él tenía casi 60 años”.

EXIGE JUSTICIA

“No quiero que esto se quede así, porque si yo no puedo dormir tranquila, no puedo salir a la calle tranquila, no puedo ir a una iglesia tranquila sin sentir asco, no puedo permitir ni siquiera un abrazo de mi familia por el asco que siento a que me toquen”.

La mujer decidió compartir su historia a fin de que no quede impune, pues asegura que recibe la protección de la iglesia de algunas monjas.

No voy a dejar que tenga la paz de mi silencio. Ya no”, finaliza.

(Fotos: Redes Sociales)


jgp