CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- La militarización del país con la Ley de Seguridad Interior no es la respuesta a la mejora de seguridad, sino de construcción de violencia, aseguró Emilio Álvarez Icaza, ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El activista criticó la serie de propuestas que surgieron en el Congreso la Ley de Seguridad Interior, que, según Álvarez Icaza, buscan dar mayores atribuciones a las fuerzas federales.
Para Emilio, esa serie de iniciativas son parte de un discurso de miedo de parte del Gobierno mexicano, que se ha presentado desde el deterioro de las policías, con el argumento de que estas se encuentran débiles e incapaces de combatir el crimen.
Sobre la ley, el ex secretario ejecutivo de la CIDH precisó que hay tres problemas principales: que el modelo de la tarea militar es reactiva, es decir, de uso de la fuerza; así como la falta de precisión sobre los métodos de capacitación de las policías; y la discrecionalidad de los recursos públicos.
Sin embargo, Álvarez Icaza aseguró que la presencia de militares no es la solución a los problemas de seguridad y que, incluso, estos son parte de la construcción de violencia del país.
"Lo que ha hecho el CIDE, es demostrar que en los últimos 10 años la intervención del Ejército y la Marina lo que ha hecho es incrementar los espirales de violencia, esa intervención del Estado no sólo no ha generado los niveles de seguridad, sino ha generado mayores niveles de violencia", declaró.
Uno de los casos que ejemplifican los hechos es Sinaloa, señaló el activista y agregó que en dicha entidad se tiene el registro de 533 asesinatos en 120 días, atribuidos principalmente a rivalidad delincuencial que tuvo que haberse contenido con la presencia de militares y marinos.