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Migrantes vivos o muertos, la búsqueda que no termina en Chiapas

Tras identificar el cuerpo de José, su hijo, Domingo espera que las autoridades mexicanas faciliten la repatriación del migrante fallecido por volcadura del tráiler

Escrito en ESTADOS el

TUXTLA GUTIÉRREZ.- Un joven sale cabizbajo, y casi entre lágrimas, de la morgue en esta ciudad capital: reconoció el cadáver de su papá José Francisco Salanic Az, uno de los 56 migrantes muertos en Chiapas el pasado jueves por la tarde, tras la volcadura de un tractocamión.

Minutos antes de ingresar al anfiteatro, Rolando Baz había advertido que estaban 85 por ciento seguros de que, las fotos que les mostraron, coincidían con los rasgos de su hermano, de 38 años de edad, originario de Xecam, Cantel, Quetzaltenango, Guatemala.

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Desde el domingo pasado, salieron de su localidad para avanzar hacia la capital chiapaneca, pero tuvieron algunas complicaciones para agilizar los trámites, sobre todo en la frontera sur; “esperamos hasta ayer lunes, pero agradecemos a quienes nos han apoyado”.

Aún no saben cuándo les darán el cuerpo, “cuesta mucho venir acá, luego el Consulado de Guatemala no responde; pero gracias a Dios nos han echado la mano”, dijo por su parte Domingo Valerio Salanic Pacheco, hijo de José, quien espera que la autoridad facilite la repatriación del difunto, pues ellos carecen de dinero.

Lo que demandan, coinciden ambos, es que este proceso no tarde mucho, pues no quieren que el cuerpo se descomponga.

Este martes, la Secretaría de Salud (SS) de Chiapas dio a conocer el deceso del migrante número 56. De hecho, mientras varios periodistas esperaban a las afueras del Servicio Médico Forense, ese cadáver fue ingresado para la necropsia de ley. 

Hasta el momento, de acuerdo con una lista que “se “filtró” desde el Instituto Nacional de Migración, se advierte que han sido identificados 19 cuerpos; aunque este lunes circuló en algunos medios que, al contrario, solo faltaban 19 personas para ser identificadas, la FGR desmintió esta última versión. 

La cifra de muertos reconocidos puede ser mayor, pues José Francisco Salanic no aparecía en esa primera relación.

“YA NO TENGO FERIA PARA MOVERME”: PADRE DE MIGRANTE DESAPARECIDO

Don Ricardo está molesto, pero a la vez preocupado, pues el dinero se le agota, y tiene que hacer más movimientos en otras dependencias de esta ciudad; esta tarde, llegó al Semefo, pues está casi seguro de que ahí mantienen a su hijo Estanislao Rolando Torres de la Cruz, de 18 años de edad. Está cansado, dice, porque le han hecho dar “muchas vueltas”. 

“Ya no tengo ‘feria’ (dinero), no me alcanza”, advierte el hombre que, insiste, solo quería que lo dejaran entrar a la morgue, reconocer a su pequeño (si es que estaba ahí) y retornarlo a Canillá, Quiché, al occidente del país guatemalteco.

Horas antes, acudió al Hospital “Dr. Gilberto Gómez Maza” porque le advirtieron que uno de los pacientes graves podría ser su hijo. De forma previa, recorrieron otros nosocomios y la misma Cruz Roja. No hubo suerte.

De hecho, Rodolfo Coy, amigo de la familia, muestra, a través de su celular, dos fotografías: una de Estanislao y otra de un muchacho con características físicas parecidas a éste.

Según él, agrega, el joven salió de Canillá, Quiché el jueves pasado, el mismo día del accidente, y se subió a uno de los tres tráileres que los llevarían hacia Estados Unidos; “porque eran tres ‘unidades’ (todas llenas de migrantes)”, deja en claro. 

Rodolfo se reserva la cantidad de dinero pagada al “coyote”, y solo advierte que fue mucho lo que dieron en quetzales, la moneda chapina.

De lo que están seguros él y Ricardo, es que tendrán que hacer una serie de pagos por los préstamos hechos para que Estanislao, ayudante de herrero y casi graduado como maestro de Enseñanza Media, emprendiera, sin ninguna compañía, el sueño americano. “La gente sale del país porque no hay oportunidades de trabajo, de nada”, afirma Coy.

Ambos continuarán la búsqueda, pues en la FGR les dijeron que hasta este martes les otorgarían un documento para poder ingresar al anfiteatro y, si es posible, reconocerlo.

SON LOS DESIGNIOS DE DIOS, DICE MADRE DE CECILIO, MIGRANTE MUERTO

Cecilio Federico Ovalle Cifuentes es uno de los primeros 19 migrantes ya identificados por la autoridad, luego del trágico accidente en la carretera Chiapa de Corzo-Tuxtla.

Amalia Cifuentes, su madre, acaba de salir de la FGR en Tuxtla; se observa serena, y solo agradece a Dios porque pudo hallarlo, pues no estaba enterada de que había planeado salir de Malacatán, Guatemala, y fue a través de las noticias que se enteró, pero de su deceso.

“Mi hijo dejó dos nenas (hijas); era chofer de transporte que corre de Malacatán a Talismán”, cuenta la mujer, quien advierte que son los designios del Todopoderoso, y que en esta Tierra las personas, como su hijo, “solo están de paso”.

A diferencia de otras familias que buscan a sus migrantes accidentados, doña Amalia refiere que ellos han recibido el apoyo necesario, “hoy vinimos y ya nos regresamos, solo nos quedará esperar (que les envíen el cuerpo)”.

“Fue un gran amigo, estaremos con él, y él con nosotros. Qué descanse en paz, es una gran tristeza para nosotros, para la familia, emprendió el sueño americano, sin saber lo que iba a pasar…”, advierte uno de los amigos de Cecilio, una vez que ya están en un taxi que los llevará a una terminal de autobuses, para retornar a Malacatán. 

(djh)