Luego de su intento fallido de llegar o quedarse en Estados Unidos, los centroamericanos están tomado cada vez más la decisión de regresar a sus lugares de origen, después de haber sorteado grandes vicisitudes.
La nueva política de contención en México ha generado un efecto de inhibición en el movimiento de migrantes sin documentos en todo el territorio nacional. A diferencia de años anteriores, ahora es significativo el número de migrantes que están interrumpiendo su tránsito por el país, en algún punto del trayecto hacia el norte, y deciden, por su cuenta, iniciar el camino de regreso a sus países, todos de Centroamérica.
En municipios del sur, especialmente en Veracruz, Tabasco, Oaxaca y Chiapas, se ha vuelto frecuente encontrar a personas en ruta de regreso.
Según algunos testimonios, persiste la desconfianza de los migrantes hacia las autoridades mexicanas, por lo que han dejado de solicitar apoyo del Instituto Nacional de Migración (INM) para su retorno asistido y dependen de precarias redes de ayuda para el éxito de su largo –y peligroso– camino de regreso a casa.
El regreso en masa de las personas indocumentadas, procedentes sobre todo del Triángulo del Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras), está documentado en un estudio recién divulgado en México y elaborado por tres reputados centros de estudio especializados en temas migratorios.
Como parte del Proyecto Región Transfronteriza México-Guatemala: Dimensión Regional y Bases para su Desarrollo Integral, investigadores del CIESAS, El COLEF y el Centro Geo realizaron un diagnóstico sobre la situación de los Derechos Humanos en el sur del país y sobre las entidades que promueven su protección.
El análisis revela que entre abril y junio del 2019, la política de contención de los flujos migratorios irregulares que atraviesan la frontera sur de México con destino hacia los Estados Unidos ha adquirido formas sin precedente, involucrando no solamente al INM, sino además a la Guardia Nacional (integrada por miembros de la SEDENA, SEMAR y la Policía Federal).
Adicionalmente, el mando institucional de la política migratoria ha girado de facto de la Secretaría de Gobernación a la Secretaría de Relaciones Exteriores y el tema migratorio se ha posicionado como el principal eje de negociación de México con Estados Unidos
En consecuencia, añade el diagnóstico, el fortalecido aparato de contención migratoria ha logrado el aseguramiento de 29 mil 153 personas en situación irregular en junio; 23 mil 679 en mayo y 20 mil 564 en abril. En comparación, en el mes de marzo fueron 12 mil 756 las personas aseguradas.
“Por tal motivo, las devoluciones de personas a sus países de origen se han incrementado en la misma proporción”. Son Honduras, Guatemala y El Salvador los países con los mayores números de personas retornadas.
El cálculo de que están retornando los extranjeros por miles surgió luego de que los investigadores constataron el mes pasado, sobre el terreno, en algunos albergues de la ruta de tránsito migratorio, que alrededor de mil personas que habían pasado el día anterior a ese punto, la mitad iba de regreso.
El asunto es comprobable en alojamientos y comedores ubicados en estados como Tamaulipas y Baja California, frontera con Estados Unidos, pero también Veracruz, Tabasco, Oaxaca y Chiapas, en la región sureste.
De ahí puedo hacer la proyección de que son números grandes de personas que ya habían cruzado hacia México" los que están volviendo, dijo la especialista, señalando que este hecho "no es anecdótico: estamos hablando de miles de personas
En este contexto, no sorprende que haya surgido una modalidad adicional en el retorno de migrantes a sus países: “La nueva política de contención ha generado un efecto de inhibición al movimiento de migrantes irregulares por el territorio nacional, lo cual es un fenómeno reciente, por lo menos en la escala que se le ha identificado y que coloca a un gran número de personas en una situación de fuerte vulnerabilidad”.