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Migrantes, atemorizados por la Guardia Nacional

Los migrantes que buscar cruzar la frontera sur del país, se ven atemorizados ante las amenazas y los acuerdos que han hechos los gobiernos de Estados Unidos y México para frenar el flujo migratorio

Escrito en ESTADOS el

“Es demasiado arriesgado intentar cruzar”, dicen los contrabandistas a migrantes guatemaltecos que buscan pisar territorio mexicano.

Esas palabras son cada vez más frecuentes tras el acuerdo alcanzado entre las autoridades mexicanas y estadounidenses que llevó al despliegue de la Guardia Nacional en el sur del país, con el fin de reducir la migración ilegal en los Estados Unidos.

El próximo domingo será cuando opere de manera formal la Guardia Nacional, sin embargo, desde hace semanas, al menos seis mil elementos fueron desplegados para blindar la frontera sur por donde han entrado miles de migrantes en los últimos meses.

Medio millón son los que han tocado territorio mexicano de manera irregular en los últimos meses, según información del Instituto Nacional de Migración (INM).

Migrantes centroamericanos cuentan a The New York Times que la Guardia Nacional ha generado miedo entre los desplazados así como entre los “coyotes”.

“No sabemos nada, si este cambio es definitivo o solo temporal”, dijo Juan Alberto Aguilar, de 27 años, quien emprendió el viaje con su esposa y su hija de 3 años.

(Cuartoscuro)

Los migrantes esperan a sus “coyotes” plaza central de Nentón (pueblo cercano a la frontera guatemalteca-mexicana), temerosos por la llegada de la Guardia Nacional, pero con la esperanza de poder cruzar. Porque nadie se va. Todos quieren pasar.

Apenas el pasado jueves, Trump volvió a felicitar a México por los esfuerzos del gobierno de López Obrador para frenar la migración.

“El flujo ya se redujo sustancialmente”, indicó. “Ya está teniendo un gran impacto”.

En otras partes de la frontera, quienes se ganan la vida con los servicios que les ofrecen a los migrantes hablaron de una caída pronunciada en la demanda.

Comerciantes en Ciudad Hidalgo, Chiapas, dijeron que han tenido una reducción significativa en sus negocios desde el inicio de junio. La mayoría de sus clientes son guatemaltecos que evitan pagar aranceles en sus compras al regresar por medio de balsas por el río Suchiate, que demarca la frontera, en vez de volver por el cruce oficial.

(Foto: The New York Times) 

“La gente tiene miedo de venir porque temen que el gobierno llegue a quitarles la mercancía”, dijo Mary, una locataria del lugar.

Las historias que cuentan los migrantes ahora se cortan en su paso por Chiapas. Las historias en el norte del país cada vez son más reducidas.

“Nunca pensé que sería así”, dijo Jonathan, quien salió de Nicaragua por la persecución del gobierno. Sin embargo, su sueño llegó hasta Chiapas, pues fue retenido por las autoridades mexicanas mientras se encontraba en una comida comunitaria.

Sin embargo, Jonathan dijo que regresar a Nicaragua no es una opción para él. Su meta sigue siendo alcanzar territorio estadounidense, donde ve la promesa de una mejor vida.

El acuerdo con la Casa Blanca le dio al gobierno de López Obrador un total de 45 días para que México le compruebe a Washington que puede reducir la cantidad de migrantes que intentan cruzar desde su territorio hacia Estados Unidos.