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Migrante fallece de covid-19, hacinado y retenido en Tapachula

Junio permanecía en un pequeño cuarto de la ciudad de Tapachula, Chiapas, hacinado con otras personas de su país, esperando un documento que le entregaría Comar

Escrito en ESTADOS el

TUXTLA GUTIÉRREZ. - Aunque no tuvo un diagnóstico del sector Salud, Junio Jules, migrante originario de Haití que, desde febrero de este año, permanecía en un pequeño cuarto de la ciudad de Tapachula, Chiapas, hacinado con otras personas de su país, falleció hoy víctima de la covid-19. Con éste, es el segundo caso en menos de un mes.

Luis García Villagrán, activista y director del Centro de Dignificación Humana AC, aclaró que el evento de este joven extranjero de 33 años de edad solo evidencia lo que cerca de 11 mil migrantes haitianos han padecido en los últimos meses durante su estancia en este municipio fronterizo, en espera del documento que les entregará la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).

Como se informó en algunos medios de comunicación, el pasado 24 de agosto, otro haitiano también falleció de coronavirus, solo que quedó tirado en la vía pública en esta misma localidad de la región Soconusco del estado.

En el caso de Junio, detalló que su esposa y una hija le dijeron que presentó dolor de cabeza y de estómago, diarrea y tenía dificultad para respirar, “y hasta donde entendimos lo llevaron al Hospital General porque no tienen dinero”.  

Lo más lamentable, es que el joven haitiano y sus familiares no contaban con un empleo, por lo que sobrevivían de las dádivas de los pobladores.  

A pesar de que él como activista y abogado habló con instancias como la Fiscalía General del Estado o la misma Comisión Nacional de Derechos Humanos, afirmó que la “piedra en el zapato” sigue siendo el Instituto Nacional de Migración y la misma Comar que, agregó, son autoridades “criminales” para este asunto.

Aseveró que hay situaciones turbias en estos casos, e instancias como la FGE se desentienden con el argumento de que le corresponde al Ayuntamiento, “pero para estas familias, es complicado porque la Policía Municipal los asusta: les dice que si reclaman el cuerpo, los puede levantar Migración, aparte de que tienen que pagar por gastos funerarios y otros conceptos”.

Lo más triste, agrega, es que personas como Junio van a parar a la fosa común, mientras las autoridades municipales “se alzan el cuello” al justificar que se responsabilizaron de darle cristiana sepultura, cuando se sabe que existe el Fondo Mérida, de Estados Unidos, que cubre los mismos. 

“Honestamente no sé adónde vayan a parar estos migrantes muertos, y no creo que ni a la fosa común porque los panteones de Tapachula están al tope, y lo digo por experiencia personal”, evidenció.

Hace como mes y medio, rememora, se enteró de dos haitianos que perecieron en la ribera del río Suchiate, al parecer también de covid-19, y que los lugareños solo aventaron los cuerpos al afluente.

(Foto: Cuartoscuro)

Aunque es una información extraoficial, manifiesta que las autoridades han mantenido la secrecía no solo entorno a este caso, sino de muchos que se registran de forma habitual en esta zona de Chiapas. 

Otra cuestión que le preocupa, dice, es que se conformó una cofradía de haitianos que comercializan drogas y golpean a los migrantes, lo que para él tiene que ver por el retardo en los trámites de estas personas que solo buscan seguir a los Estados Unidos. 

De acuerdo con el Centro de Dignificación Humana, el número de migrantes ha bajado de forma considerable en estas tierras, pues de 70 mil que había antes de la pandemia, en la actualidad hay cerca de 35 mil o 40 mil, e incluso se advierte que se reduciría aún más.