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Messi: estrella de un equipo de niños abandonados en Nuevo León

Unos 120 niños y adolescentes de General Terán y municipios colindantes, en situación de calle son acogidos por Talento Regiomontano Deportivo AC

Escrito en ESTADOS el

GENERAL TERÁN.- "Yo soy Messi", grita un pequeño de unos ocho años de edad mientras patea un viejo balón de fútbol. La pelota pasa junto al travesaño con el aplauso del portero y la exclamación de "aaaah" del resto de los muchachos.

También lee: "La ausencia de datos de niñas y niños en situación de calle, los invisibiliza". 

Los jugadores pelotean con sus ropas del diario, con viejos y rotos tenis y aún más, con las llamadas "chanclas" o deterioradas sandalias, pues también carecen de zapatos deportivos.

Todos tienen un común denominador, están abandonados por su familia o bien, habitan con sus abuelos que no tienen recursos ni posibilidades de desarrollarlos.

Aquí en este municipio a 98 kilómetros al sur de Monterrey, por lo menos 120 niños y adolescentes padecen la extrema pobreza, y en su gran mayoría no tienen padres o fueron abandonados.

Entre los pequeños deportistas uno, quien dice tener 10 años no ha sido registrado por lo que es invisible ante las leyes y la sociedad. "Quizá sean tres más los que pudieran estar en esas mismas condiciones", dice el profesor  Javier Alfredo Ramírez Nava, presidente y director de la asociación civil " Talento Regiomontano Deportivo AC".

Son niños y jóvenes de entre 12 a 18 años, en su gran mayoría han sido abandonados por sus padres que emigraron a Estados Unidos, por familias desintegradas y deambulan por la calle en busca de sustento.

Los que más suerte han tenido tienen abuelos o tíos pero son de escasos recursos económicos o bien, no los atienden, dice Ramírez Nava.

Son alrededor de 120 muchachos, de los cuales más de una veintena duermen en casa de una persona que les ha abierto las puertas para ello, los demás, están en la calle.

Los muchachos son de General Terán, de los municipios colindantes de Montemorelos, Rayones y Linares, de sus ejidos y de la zona urbana.

El profesor Ramírez y su esposa han conseguido apoyos de pequeños empresarios y comerciantes, así como de familias con cierto poder adquisitivo  y la autoridad local, para hacer diariamente los alimentos para los muchachos, pero requieren de ayuda permanente.

Los alimentos se ofrecen en las instalaciones deportivas una cancha de fútbol básquetbol y otra de béisbol edificadas por el maestro con ayuda de sus samaritanos y el comodato de los terrenos propiedad de la Conagua.

"Hoy necesitamos apoyos para edificar instalaciones que permitan que los jóvenes tengan un techo donde dormir, pues ahora no lo hay y duermen en casa de la persona que nos apoya y decenas en donde pueden".

Pensionado del magisterio, el maestro Ramírez Nava impartió clases en Monterrey y laboró en prevención del delito en el municipio de Escobedo, en áreas vulnerables.

Su relación con empresarios le llevó a revivir la asociación que preside y acudir a esta región para ayudar a los muchachos  que carecen de todo.

Desde Monterrey y de Estados Unidos, han viajado a Terán, un grupo de personas dispuestas a iniciar la organización para apoyar y construir con ayuda de quien así lo desee, un lugar digno para que habiten.

esc