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"Me tiraron seis balazos": traileros padecen la narcoguerra en Caborca

Choferes de transporte de carga, principales víctimas colaterales de la guerra entre dos cárteles que disputan el noroeste de Sonora

Escrito en ESTADOS el

HERMOSILLO.- La guerra entre el Cártel de Caborca y el Cártel de Sinaloa ha dejado una esquela de sangre y terror entre los ciudadanos, que quedan en medio de esta lucha por esta plaza para el tráfico de drogas, en la zona noroeste de Sonora.

Hace poco más de una semana, las víctimas fueron los miembros de la familia Davis, habitantes del estado vecino de Arizona, en Estados Unidos, que viajaban de vacaciones por la carretera Caborca-Puerto Lobos, donde tienen una casa de playa.

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En ese trayecto, un grupo de hombres armados los amenazó y los despojó de su automóvil y pertenencias. Las autoridades de ambos lados de la frontera los apoyaron y localizaron el vehículo días después.

Pero esa historia no es nueva: los habitantes de estos municipios cercanos al desierto de Altar, como Caborca y Sonoyta viven día a día las consecuencias de la lucha entre el grupo delictivo de Caro Quintero, liderado por su sobrino Rodrigo Omar Paz y la célula de Los Salazar, el brazo armado del Cártel de Sinaloa.

En especial, las carreteras de esta zona de Sonora son las más peligrosas. Choferes de transporte de carga denunciaron por medio de videos el terror que vivieron el pasado domingo en el tramo Sonoyta-Caborca, donde un comando disparó contra ellos para obligarlos a bloquear la autopista.

En los últimos meses, este municipio conocido como La Perla del Desierto, por su ubicación en la zona del Desierto de Altar, ha vivido una ola de violencia con enfrentamientos armados. Foto Especial

“Me acaban de tirar seis balazos… la mafia. Me hicieron que me arrendara aquí, me hicieron que me fuera por toda esta orilla, que me fuera hasta abajo para que aventara la carga; querían que me atravesara, que hiciera un desmadre por toda la carretera con la mercancía, y si no me iban a pegar dos balazos…”, relata uno de los operadores de un tráiler.

En las imágenes se observa su unidad de transporte a la orilla de la carretera, con la mercancía en el suelo.

“Mas adelante está otra troca y también le poncharon todas las llantas, le tiraron (balazos) a las llantas de a un lado para que se parara a huevo, y pues ya andaba agarrando pa’ abajo”, cuenta el trailero.

En este clip que dura casi un minuto, se muestra otro transporte de carga, más grande, atravesado de forma horizontal en la carretera Sonoyta-Caborca, que impedía el paso a la circulación, y también con el material que transportaba, disperso por todo el asfalto.

En otro de los videos, otro de los choferes de tractocamiones, que transitan diariamente para transportar alimentos, piezas automotrices y otro tipo de artículos hacia Baja California o Estados Unidos, advierte a sus compañeros de la violencia que están viviendo en esos momentos para que no transiten por la zona.

“¡Compañeros no se vengan! Los que andan pa’ allá pa’l lado de San Luis (Río Colorado), que vengan pa’ acá pa’ Caborca, no se vengan. Aquí nos pararon los sicarios, valiendo chetos… no se vengan. Los que vengan en el lado de Santa Ana, quédense en resguardo, aquí nos pararon los sicarios”, alerta.

Las autoridades informaron que, ante el llamado al 911, acudieron a la zona elementos de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP), de la Guardia Nacional y el Ejército.

LA OLA DE VIOLENCIA EN CABORCA

En los últimos meses, este municipio conocido como La Perla del Desierto, por su ubicación en la zona del Desierto de Altar, ha vivido una ola de violencia con enfrentamientos armados, ejecuciones, narcobloqueos y “levantones”, en esta guerra entre Caro Quintero y Los Salazar.

El día más violento fue el 20 de junio. Durante la madrugada, alrededor de 50 automóviles tipo pick up entraron al municipio con las cajas llenas de hombres armados, que se desplegaron por la zona centro para disparar contra casas, gasolineras y, al igual que el pasado domingo, bloquear la calle principal con un tráiler en llamas.

Esa noche, los sicarios del Cártel de Sinaloa también “levantaron” y ejecutaron a una decena de personas, presuntamente pertenecientes al Cártel de Caborca. Una vez que salió el sol, doce cuerpos fueron abandonados en la misma carretera: Sonoyta-Caborca.

A pesar de que, tras esta jornada, autoridades de los tres niveles de gobierno desplegaron elementos de las corporaciones estatales y de las fuerzas armadas, la violencia no ha cesado.

Tan solo el pasado 26 de septiembre, hombres armados incendiaron negocios, restaurantes y vehículos; y, ante la respuesta de la Guardia Nacional, con quienes se enfrentaron, colocaron “ponchallantas” en las calles, para evitar la persecución de las corporaciones.

El 5 de octubre, el secretario de Seguridad Pública en Sonora, David Anaya Cooley informó que se desplegarían 100 elementos de la PESP, para enfrentar la delincuencia organizada en esta zona del desierto, de la mano de la Guardia Nacional y el Ejército.

Elementos de las fuerzas federales en coordinación con las del estado han reforzado la seguridad, sin lograr inhibir la violencia. Foto Especial 

“Tenemos un estado de fuerza establecido ahorita en Caborca realizando los trabajos en coordinación con Sedena y Guardia Nacional y en las zonas rurales, que de ahí emergen o de ahí se mueven quienes están realizando estos delitos”, dijo a medios de comunicación.

En Sonora, este año se han registrado 836 homicidios dolosos, de acuerdo con las últimas cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Agosto, fue el mes con más carpetas de investigación por este delito, con 129, seguido de mayo y julio, con 124 y 117, respectivamente.