Mató a sus hijos por miedo a que los secuestrara o asesinara el crimen organizado, dijo Rafael Heredia, abogado de Antonio Luna, quien fue sentenciado a 16 años y ocho meses de prisión por dicho crimen.
Los hechos ocurrieron el pasado 14 de enero, en San Miguel Allende, Guanajuato, cuando Antonio y sus hijos cuando quedaron en medio del fuego cruzado entre policías estatales y presuntos criminales.
“Lo hizo por el gravísimo miedo que tenía de que les hicieran daño, de que los secuestraran, el miedo que tenía Antonio fue brutal, también lo tenían los niños, también lo tenía la esposa”, comentó el abogado.
Para Heredia, en el momento de los hechos Antonio no estaba al 100% de sus facultades mentales.
Al respecto, el perito en siquiatría, Fernando López, constató que Luna estaba disminuido de sus facultades cuando asesinó a sus hijos.
Por ello, explicó Rubio, el juez quitó una tercera parte de la pena porque su voluntad estaba disminuida y otra tercera parte por aceptar la pena, sino hubiera recibido entre 75 y 100 años de prisión.
“Estamos ante una pena de 16 años y 8 meses, que es la mínima, y conforme a la buena conducta que tendrá, seguramente saldrá en mucho tiempo menos”, refirió el abogado.
Estamos ante un hecho reprobable, donde el crimen organizado tuvo un enfrentamiento con la policía, durante más de dos horas, en la finca donde trabajaba Antonio, y que estaba acompañado por su esposa y sus tres hijos, refirió Rubio.
Y agregó: “Durante una balacera de dos horas y media, no es miedo lo que se siente, ¡es pavor!, son ganas de fallecer y perder la realidad, es lo que le paso a Antonio”.
La madrugada del sábado 14 de enero, policías estatales se enfrentaron con un grupo armado, que habitaba en una finca ubicada en la comunidad de Ampliación de Cieneguita, en San Miguel de Allende.
Cuando los oficiales entraron a la finca, donde se generó el tiroteo, encontraron muertos a los hijos de Antonio Luna.
Con una pistola calibre 22, el velador mató de un tiro en la cabeza a sus hijos e intentó matar a su esposa, pero el arma ya no tenía balas, aseguraron las autoridades estatales.
Al respecto, la esposa del velador desmintió la versión de la procuraduría estatal y aseguró que Antonio intentó proteger a sus hijos durante la balacera.
“Yo les dije que mi esposo no pudo haber hecho eso, porque mis niños estaban bien, nos pusieron de espaldas, sólo escuchamos disparos, después le entregaron el arma a mi esposo, pero antes de que se le la entregaran me la pusieron a mí”, Juana, esposa de Antonio.
A la mujer se unieron cientos de habitantes de San Miguel de Allende realizaron varias manifestaciones para exigir la liberación de Antonio Luna, no creían la versión de la Procuraduría de Justicia.