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Mari, recién egresada en Administración en Chiapas, murió en el desierto de Texas

Con un embarazo de 16 semanas, Marithelvi Velázquez salió de Motozintla, en la Sierra Madre de Chiapas, en busca del "sueño americano"; murió en el desierto

Escrito en ESTADOS el

TUXTLA GUTIÉRREZ.- Con un embarazo de 16 semanas, Marithelvi Velázquez salió de Motozintla, en la Sierra Madre de Chiapas, hacia el norte de México, en busca de una mejor vida para ella, su bebé y sus padres; sin embargo, perdió la vida en el desierto de Estados Unidos.

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De acuerdo con Luz Velázquez, su hermana de 27 años, Marithelvi juntó recursos para pagarle a un “pollero” que la llevaría a ella y a una amiga hasta Ciudad Juárez, Chihuahua, salieron en abril pasado pero permanecieron cerca de mes y medio, en espera de cruzar la línea fronteriza.

Como sus ancianos padres son de escasos recursos debido a que lo poco que consiguen es producto de lo que cosechan en el campo, Mari, licenciada en Administración de Empresas por la Universidad Autónoma de Chiapas, y su amiga Anayansi también de apellido Velázquez, decidieron emprender el viaje al país vecino del norte. Planearon que durante dos o tres años juntarían dinero y retornarían a su tierra.

En un primer intento, a mediados de mayo, la patrulla fronteriza las detuvo cuando se adentraron en el desierto y las deportó. En el segundo intento, entre el sábado y domingo pasado, Mari cayó abatida por insolación, según reveló Anayansi a los familiares de su amiga.

Mari, cuyo cuerpo fue encontrado el domingo pasado casi a la medianoche por los agentes norteamericanos, sufriría una hemorragia producto de un posible aborto, como también lo dedujo Anayansi, quien ya se regresó a Motozintla.

Motozintla.

EL “POLLERO” DESAPARECIÓ

“Nos quisimos comunicar con el ‘pollero’ quien, hasta donde sabemos, se llama Eduardo y es de Motozintla, nos dieron su número de teléfono celular, pero no nos respondió”, cuenta en entrevista telefónica Luz quien, desde hace una década, radica en la Ciudad de México junto a otra hermana.

Marithelvi, la más joven de siete hermanos y la única con profesión, trataría de conseguir un empleo en El Paso Texas, donde vive su esposo, aunque como su relación no es estable llegarían con el novio de Anayansi que también está allá.

Anayansi sentó a Mari, bajo la sombra de un árbol, mientras iba por ayuda, pero cuando retornó, ya estaba muerta. “No sabemos si se cayó antes, si se golpeó el vientre, no sabemos qué pasó con exactitud, e incluso nos enteramos de todo hasta el pasado miércoles”, narra Luz.

OTRO VIACRUCIS

Si los trámites “se mueven rápido” y se destinan varios miles de dólares, Marithelvi estaría de vuelta en Chiapas en un mes o mes y medio. Por el momento permanece en congelamiento en un anfiteatro de El Paso Texas. Quien se encarga de ver por el “papeleo” es su marido, debido a que no tienen más parientes del otro lado.

Según Luz, ya se han movido al Consulado en México, y han mantenido comunicación con otros consulados como el de San Diego, California, “pero nos dicen que tampoco tienen datos exactos (de lo que ocurrió), e incluso nos advierten que lo que cuenta Anayansi es una historia muy confusa, pero no sospechamos nada malo, porque ella y mi hermana se llevaban muy bien desde hace como 10 años”.

Marithelvi, de acuerdo con su hermana, era una mujer muy alegre y amigable, además de poseer un espíritu altruista porque, casi siempre, ayudaba a otras personas que lo requerían. Además, era el brazo derecho de su hogar, donde vivía con sus padres y dos de sus hermanos.

“Mis papás están destrozados, es una noticia que no quisiéramos creer; amigos y otros allegados se han contactado con nosotros, tampoco lo pueden creer, y estaremos tranquilos, o lo asimilaremos, cuando ya tengamos su cuerpo”, externa.

Lo que le genera dudas y coraje, confiesa, es por qué el traficante de humanos las dejó solas, cuando se le dio dinero suficiente para que, al menos, les asignara un guía y no se perdieran.

“Antes de que decidieran cruzar, Anayansi nos comentó que, al parecer por el embarazo, mi hermanita no comía bien y vomitaba mucho, y eso la verdad Marithelvi no me lo dijo cuando me comuniqué con ella”, revela.

esc