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Mamá de policía violada clama justicia y apoyo en Puebla

La agente fue golpeada y violada mientras custodiaba el Centro Integral de Prevención y Participación Ciudadana de la Unidad Habitacional La Margarita

Escrito en ESTADOS el

La vida de una policía municipal de Puebla no es la misma desde el pasado lunes 19 de junio, cuando fue víctima de una violación mientras custodiaba el Centro Integral de Prevención y Participación Ciudadana (CIPPC) de la Unidad Habitacional La Margarita.

La victimización de esta mujer no fue solo por parte de los seis hampones que robaron 18 computadoras y dos pantallas, sino por parte de sus superiores y autoridades estatales que negaron públicamente el ultraje que padeció y por el que su madre y familiares exigen justicia.

Se tuvo acceso a la carpeta de investigación 2333/2017/AESEX, la cual fue iniciada escasas horas después de la agresión a la policía que, por cuestiones de seguridad, se omite su nombre y los de sus familiares.

Mi hija trabajaba sola y sin radio

En entrevista con este medio, la madre de la víctima narró que su hija tenía a su cargo, sola, la guardia nocturna del CIPPC, sin un radio comunicador y en condiciones precarias.

“Fue durante la madrugada, mi hija estaba sola porque la última guardia que hizo la patrulla fue como a las 11 de la noche del domingo”, explicó.

Debido a las lluvias de las últimas semanas, la caseta de vigilancia se inundó por lo que fue hasta la bodega por una cubeta y un trapeador para sacar el agua.

Mientras trapeaba, un sujeto la sorprendió por la espalda poniéndole el cañón de la pistola en la cabeza y sometiéndola con las esposas que traía consigo.

La golpearon y abusaron de ella

Aunque estaba sometida y tendida contra el piso, su madre relata que su hija vio al menos a seis personas con el rostro cubierto y ropa de color oscura, quienes no dejaron de insultarla y golpearla.

Según contó a sus familiares, dos de ellos llevaban armas R-15 con las cuales la encañonaron en varias ocasiones antes de que el grupo se dividiera, pues solo uno de ellos se quedó custodiándola mientras el resto comenzó a apoderarse de las computadoras y pantallas del lugar.

“Golpearon a mi hija y uno de estos desgraciados apuntándole con un arma en la cabeza, la ultrajó, la violó”, narró con la voz entrecortada su madre.

Esposada y atada de pies con una cuerda, la víctima no pudo defenderse de su agresor ni hacer nada contra el resto de individuos que veían lo que pasaba para después darse a la fuga impunemente con la integridad de la uniformada como principal botín.

Ante la falta de un radio de la corporación, la víctima logró alcanzar uno de sus teléfonos celulares para marcar a su padre, a quien gritando le pidió ayuda diciéndole que la estaban golpeando.

La madre recuerda que tardó casi media hora en responder el 911, por lo que tuvo que solicitar ayuda directamente a los compañeros de su hija, mientras ella junto con su esposo se trasladaban hasta el CIPPC en el Bulevar Municipio Libre.

Pésima atención en Delitos Sexuales

Debido al trauma por lo ocurrido, una de sus compañeras y su madre tuvieron que acomodarle la ropa y acompañarla en todo momento, pues no deseaba tener cerca a personas del sexo opuesto.

Tras una breve y tardía atención por parte de paramédicos del SUMA, la víctima se trasladó por sus propios medios y en compañía de sus padres a la Agencia Especializada en Violencia Familiar y Delitos Sexuales de la Fiscalía General del Estado.

Ahí, la médico legista no le practicó los estudios necesarios y se limitó a tomar una muestra con un hisopo.

“No le hicieron nada a mi hija, la señorita del ministerio público dijo que tenía una diligencia pendiente y que no le podía dar más tiempo, no le hicieron ni la prueba del espejo, sólo una revisión rápida y le tomaron muestras con un cotonete”, explicó.

Agregó que “la médico legista ordenó que en los Servicios de Salud del Estado le dieran un medicamento que es alemán y que cuesta 16 mil pesos”, sin embargo dijo que para continuar el tratamiento no cuentan con los recursos necesarios.

Paga además reparación de una patrulla tras choque

La madre de la víctima agregó que en este momento su hija no cuenta con los recursos para pagar su tratamiento, pues el seguro sólo cubre la primera dosis del medicamento alemán recetado, cuyo valor comercial es de 16 mil pesos.

“Está pagando la reparación de una patrulla desde hace como un mes, iba a un auxilio y tuvieron un accidente y a ellos les cobran las reparaciones, entonces ahorita no hay cómo pagar el tratamiento”, dijo.

Por parte de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) no ha recibido apoyo, ya que hasta este miércoles, no se le ha brindado asesoría psicológica ni legal, por lo que sólo un par de sus compañeros ha acudido a visitarla para apoyarla.

Fue reintegrada al servicio sin recibir atención psicológica

Pese al trauma sufrido y la nula atención psicológica y médica, la víctima fue notificada el fin de semana que a partir de este lunes 26 de junio debería reintegrarse al servicio, por lo que tuvo que reportarse con el Sector 2 de la SSPTM.

Aunque se le rotó de la encomienda que tenía, su madre reveló que varias compañeras de su hija están en las mismas condiciones precarias para laborar, pues en los CIPPC las asignan para cubrir los turnos nocturnos.

“Una de las compañeras de mi hija me dijo que ella estaba igual, que la tenían asignada a un CIPPC en el que no tiene radio, cubre el turno nocturno sola y la caseta de vigilancia no tiene luz”, acusó.

Autoridades se niegan a reconocer el abuso

Por parte de la SSPTM, su titular Manuel Alonso García negó categóricamente que la elemento a su cargo hubiese sido agredida, pues al ser cuestionado apenas unas horas después de este hecho, dijo que solo se había tratado de un asalto.

Este martes e-consulta publicó que la SSPTM mantenía su postura en torno a este caso a una semana de los hechos, contradiciendo la versión de varios elementos policiales y que este miércoles confirmó la madre de la víctima.

Por parte de la Secretaría General de Gobierno (SGG), quien es la encargada de administrar los siete CIPPC en Puebla, no ha existido una postura hasta el momento por lo que se desconoce si el mobiliario robado ya fue repuesto.

En un recorrido realizado por este medio se constató que desde este martes el servicio nuevamente se estaba ofreciendo normal, esto tras el cierre totalobligado por el robo de las computadoras y pantallas.