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Madre denuncia presunta red de trata en Chiapas; su hija está desaparecida

Claudia María Gómez, madre de Mónica Lizbeth, denuncia a Martín Domínguez de estar detrás de una red de trata en Chiapas; vía redes sociales, la amenaza

Escrito en ESTADOS el

TUXTLA GUTIÉRREZ.- Desde hace casi cuatro meses (31 de octubre), un hombre identificado como Martín Domínguez privó de su libertad a Mónica Lizbeth, de 15 años de edad, en la colonia Lagos de María Eugenia, del Pueblo Mágico de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.

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Hoy, ante la desesperación por la lentitud de la Fiscalía General del Estado (FGE), su madre Claudia María Gómez Torres denunció la desaparición. “No sé si está viva, si está acá”.

Sus indagaciones descubrieron que quienes se llevaron a su hija, al parecer, operan una presunta red de trata en la entidad.

Pero lo más extraño es que el sujeto, al parecer originario del municipio de Villaflores, en la región Frailesca de Chiapas, ha subido fotografías a la red social Facebook con su víctima. En una imagen se percibe que la joven está golpeada.

La intención del sujeto, según las mismas publicaciones es hacerle creer a sus “followers” que Mónica Lizbeth es su esposa.

El mismo día del rapto de la menor, aquel 31 de octubre, su mamá acudió ante la Unidad Integral de Investigación y Justicia Restaurativa de la zona Altos, luego a la Fiscalía de la Mujer en Tuxtla Gutiérrez, pero no ha habido resultados positivos; el número de registro de atención (2387-078-0301-2019) nada más no prospera.

De la única ocasión que estuvieron cerca obtuvieron información importante: Mario y su primo eran señalados por “meter mujeres, pero sobre todo jovencitas”, a la casa donde vivían, en la colonia Bonampak, municipio de Ocozocoautla de Espinosa (conocido como Coita), a 20 minutos de la capital chiapaneca.

Una vecina del lugar le platicó que había visto algunas veces a su hija “y no solo a mi niña, sino a otras, a quienes prostituyen y las golpean en frente de las demás personas, pero que no les hacen nada porque les tienen miedo; es gente mala”.

Para la mamá es inconcebible que a pesar de tener “material” para dar con el secuestrador, la Policía Cibernética no dé resultados. Lo más lamentable, advirtió, es que al acudir a la Defensoría de la Mujer se enteró de que su caso “no había subido a manos del fiscal general (Jorge Luis Llaven Abarca)”.

Cuando le presentó las pruebas a uno de los comandantes de la Fiscalía, de apellido Mérida, no recibió su apoyo, sino solo cuestionamientos: “Me dijo: ‘No, señora, su hija está de vaga en Tuxtla, pidiendo dinero’. Entonces si sabía dónde estaba, por qué no la rescató”.

De acuerdo con su versión, Martín, de alrededor de 38 años, comenzó acosar a su hija semanas antes del plagio. “Era vecino, llegó a vivir cerca de nosotros, logró tomarse fotos con mi hija y las publicó en su cuenta (de Facebook) y la hace pasar como su cónyuge, hasta ahorita”.

Sin embargo, revela que ha recibido amenazas del sujeto, vía “inbox”. De hecho, enseña a los medios de comunicación presentes los mensajes, uno de los cuales dice de forma textual: “Pobre pendeja, tu hija no va venir. Mónica ya no va llegar. Me estoy haciendo pasar por ella para que quedes en mal, pendeja. Sigues buscándola, jamás la encontrarás. Estúpida, pondré a todo en tu contra. No debiste meterte conmigo, demandar fue tu peor pendejada”.

 

Asimismo, la intimidación continuó: “Pendeja, jamás sabrás de tu hija; yo me estoy haciendo pasar por ella. Sale, cuídate, y cuida al mocoso que dejó tu hija, no vaya a pasarles algo, jajajajajaja”.

La última vez que supo de su Mónica fue por un mensaje que ella misma le alcanzó a escribir, en diciembre pasado, a una prima por “inbox”: “Apoyen a mi mamá, porfa, por mi hijito, la debe estar pasando mal. Porfa, no mandes nada porque si no me van a pegar de nuevo. Ayer me pegaron para que dijera todo eso. Dios”, se lee en el texto.

En estos momentos, la desesperación le gana a la madre porque Mónica dejó a un pequeño de dos años. En algunas ocasiones de la entrevista, Claudia se detiene, se le hace “un nudo en la garganta” y las lágrimas brotan. Se le corta la voz.

Sin embargo, aún tiene esperanzas de volver a ver a su única hija. “Mi nieto me pregunta por su mamá, necesito recuperar a mi hija, que sepa que no estoy enojada con ella, si ella se fue por su voluntad, no importa, yo la apoyo; y si no fue así, que me la regresen… ¡Fiscal, ayúdeme a recuperar a mi hija, por favor!”.