Chichihualco, Guerrero (La Silla Rota). Otra vez están en el mismo sitio. Los desplazados de los pueblos de la Sierra regresaron anoche a Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo, después de intentar volver a sus casas. “Sentimos mucha tristeza. Ya no vamos a volver”, dice una mujer sentada en una colchoneta en el auditorio municipal este domingo, al evaluar poca probabilidad de regresar a Campo de Aviación, hasta donde ya se extendieron los hombres armados que ingresaron por la fuerza la semana pasada.
El sábado por la mañana, los desplazados que pidieron refugio en Chichihualco (mil 600 personas, según los voceros) se disponían a regresar a sus pueblos. Un día antes habían dado un ultimátum a los gobiernos estatal y federal para que desalojara a los hombres armados de sus comunidades y les asignara seguridad para retornar, de no querer que ellos volvieran por su cuenta y el conflicto creciera.
Hombres armados toman comunidad de sierra de Guerrero
Con un grupo de militares y policías estatales y municipales partió una caravana de un centenar de vehículos con los desplazados a bordo. Cuando el contingente dejaba Los Morros y seguía hacia Campo de Aviación, según su narración, se escucharon disparos que en automático frenaron la caravana.
Existen videos hechos por algunos reporteros que cubrían la caravana de vuelta a la Sierra, en los que se ve y escucha el momento de los balazos, y de cómo los elementos policiacos y militares se atrincheran y después de unos instantes siguen unos metros más.
Los desplazados se volvieron hacia la comunidad de Los Morros, acompañados del subsecretario de Asuntos Políticos de la Secretaría General de Gobierno, José Martín Maldonado del Moral y de la delegada del gobierno estatal en la zona Centro, Norma Yolanda Armenta, quienes seguían la caravana, como parte de la garantía que solicitaron los desplazados.
Las siguientes horas de ayer sábado transcurrieron en la cancha de Los Morros, donde los desplazados exigieron cuentas a los servidores públicos, al quedar exhibidas las pocas medidas institucionales para volver.
El subsecretario permaneció en la cancha un momento más y después fue llamado por un mando militar para una conversación que ocurrió fuera de sus ojos, a la que también se sumó la delegada. Varios de los desplazados devueltos al auditorio municipal de Chichihualco hicieron énfasis en ese diálogo de los servidores públicos y al que no tuvieron acceso, incluso pusieron la sospecha de que quizá se entrevistaron con algún representante de los armados posicionados de Filo de Caballos y ahora también de Campo de Aviación. Porque los armados van ganando terreno en los pueblos, de acuerdo a la denuncia de los mismos desplazados.
El domingo 11 de noviembre ingresaron a Filo de Caballos centenas de hombres armados que se hicieron llamar autodefensas en supuesta búsqueda de pacificación en la Sierra. Con los días se supo que los armados son procedentes de Heliodoro Castillo y de otros municipios como Apaxtla de Castrejón.
Filo de Caballos es uno de los pueblos de Leonardo Bravo, convertido en la puerta de la Sierra. El grueso de la Sierra lo crean los municipios de Eduardo Neri, Leonardo Bravo y Heliodoro Castillo.
Desde las primeras horas del lunes pasado los habitantes de Filo de Caballos, Campo de Aviación, Los Morros, La Escalera, El Naranjo, Carrizal de la Vía, Balsamar y Tepozonalco comenzaron a salirse hacia Chichihualco.
Este sábado la intención de los desplazados era volver, pero después de los balazos, y de horas en la cancha de Los Morros en espera que el panorama cambiara, desistieron. Uno de los habitantes que prefirió no se escribiera su nombre por las implicaciones que esto acarrearía, comentó que el subsecretario les pidió otros cinco días a partir de ayer para mejorar las condiciones y vuelvan.
El funcionario y la funcionaria, denunciaron los desplazados, se regresaron anoche de Los Morros por el otro camino, el que lleva hasta la carretera Chilpancingo-Iguala, el mismo que tienen tomado los hombres armados y el que no pueden transitar los habitantes de la zona. Su retorno lo hicieron con la seguridad institucional que llevaban para cuidar a los desplazados.
“La gente lo que quiere es que (las autoridades) se comprometan a sacar a esa gente de ahí”, comentó esta mañana de domingo uno de los hombres sentados en la mesa cercana a lugar que funciona como cocina en el auditorio municipal, después de repasar todo lo que tenía y que se quedó en Filo de Caballos.
Los desplazados volvieron anoche a Chichihualco por el otro extremo. Están en el mismo lugar que agudiza su condición actual: desplazado.
La mujer sentada en la colchoneta, parte de su escaso patrimonio de ahora, cuenta que en Campo de Aviación debieron quedarse unas ocho familias y que es muy probable que ya estén al servicio de los armados, de manera obligada. En ese momento dijo, con un tono de tristeza y resignación, que no creía que pudiese volver a su casa, menos si lo que es espera es la suerte de quienes se quedaron.
mvf