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Los maestros de Guerrero que ya no dan clases porque el covid los mató

Alrededor de 200 maestros han fallecido a causa del virus, de acuerdo con datos del magisterio

Escrito en ESTADOS el

CHILPANCINGO.- El 30 de julio pasado, el secretario general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG), Arcángel Ramírez Perulero, ingresó al hospital El Quemado, en Acapulco, por contagio de la Covid-19. El 27 de agosto falleció tras casi un mes de luchar por su vida.

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Este 24 de agosto, los maestros y maestras se pararon frente a dos líneas: la pandemia y el reinicio de clases, que para muchos es salir a la calle, recorrer comunidades y visitar a sus alumnos que carecen de internet y televisión para tomar las clases a distancia.

Sin embargo, algunos ya no regresarán a sus aulas porque el SARS-CoV-2 acabó con sus vidas.

El coordinador de la Comisión Política de la CETEG en la región Centro, Fredy Gutiérrez Mayo, dijo que Ramírez Perulero, antes de enfermarse, coordinaba una mesa a nivel nacional con el director general del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez Pineda, justo para ver que mejoraran la atención de sus compañeros que enfermaron en la pandemia.

Según el líder regional, los familiares de los profesores que se contagiaron de la covid-19 lo buscaron, y mediante el director general, él veía que se les diera la atención que necesitaban, pero no fue suficiente.

Fue entonces, compartió, que sus compañeros se atendieron como pudieron con un médico particular. Tenían temor de asistir a una clínica del ISSSTE por la calidad del servicio. Supo que otros maestros con síntomas leves decidieron aislarse, tomar algún remedio casero y esperar que el virus se fuera. La CETEG no tiene una cifra exacta de los profesores que enfrentaron esta situación.

(Fotos Cuartoscuro)

La Montaña alta que de por sí es golpeada por la discriminación y la pobreza no es la excepción para el magisterio en tiempos de pandemia.

Acapulco es el municipio con mayor número de casos de coronavirus en el estado, por ese motivo hay más temor en los profesores que presentan síntomas o tienen el virus.

El secretario de la organización 8, Montaña baja, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Orlando Gallardo Ramos, confirmó que “por mi experiencia, lo que me ha tocado ver es que muchos compañeros ni siquiera intentan ingresar a esta institución por temor. Mejor no se arriesgan, hay compañeros que ni siquiera lo dicen, guardan su cuarentena. Otro sí nos buscan para ser canalizados”.

El 13 de julio, antes de que Ramírez Perulero fuera internado por el coronavirus, declaró que en un cotejo de casos que hizo con el secretario de Educación en el estado, Arturo Salgado Urióstegui, más de 100 compañeros, entre docentes, administrativos, de intendencia y jubilados fallecieron por la covid-19.


El profesor Fredy Gutiérrez indicó que desde que dio la declaración el secretario hasta esta fecha la cifra de muertes pudo duplicarse, porque la pandemia no cesa.

Señaló que en la región Centro tiene un aproximado de 25 a 30 compañeros docentes, administrativos y personal de intendencia, que han fallecido por el SAR-CoV-2.

La profesora Carmela Mateos Pérez lamentó que también entre 25 a 30 maestros han fallecido en la Montaña alta, aunque esta cifra son de los que le han reportado o se ha enterado, y no descarta que sean más.

La información que tiene la dirigente es que la mayoría de estos trabajadores de la educación fallecidos no presentaban ninguna enfermedad crónica que los empeorara con la Covid-19, motivo por el que tendrían más probabilidades de vivir.

En Acapulco, la profesora Adolfina Bautista tampoco cuenta con un registro de profesores contagiados y que fallecieron, pero conoce el caso de unos 10 profesores que en este momento están contagiados.

La cifra de fallecidos es similar a la que aproximaron sus compañeros en las otras regiones: 25. Sabe que el número es mayor, porque no todos se reportan.

El panorama de la maestra es que la mayoría de los fallecidos presentaban alguna enfermedad crónica como la diabetes e hipertensión, que los hizo más vulnerables.

“La enfermedad es cierta”, expresó la maestra. Pidió a la población cuidarse, porque ve relajamiento pues muchos no están usando cubrebocas incluso en lugares con mucha gente.