Iguala, Guerrero (La Silla Rota). La familia Hernández Domínguez de Iguala padece con fuerza los estragos del sismo del martes pasado: Gloria Estefanía, una de las hijas menores, murió con el peso de una enorme roca en el patio de la casa; Bernardino y Pascuala, los padres, con fracturas y heridas, sortean las dificultades de no tener seguridad médica, y los otros hijos buscan cobijo entre familiares y vecinos, porque también no pueden volver a casa por el riesgo.
Esta familia vive en la colonia 24 febrero, un lugar debidamente regularizado por el Ayuntamiento, ubicado en los márgenes de la ciudad, o sea en la parte alta de la mancha urbana, a orilla de los cerros. De hecho su ubicación es el cerro paralelo al del asta monumental con la bandera de México, referencia histórica en Iguala.
El día del sismo de 7.1 grados en la escala de Richter la loma rocosa junto a la casa paterna de los Hernández Domínguez, botó piedras como árbol frutal. Una gran roca cayó sobre el patio. No hubo nada que pudiera evitar el techo de lámina de la casa. Gloria Estefanía y sus padres también toparon con el impacto de las rocas: ella murió al quedar debajo de una gran piedra; don Bernardino Hernández se fracturó el brazo derecho, y doña Pascuala Domínguez, recibió un golpe en el pecho.
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Otra de las hijas de esta pareja, Domitila, esta mañana trataba de cerrar los trámites de defunción de su hermana en el Ayuntamiento, y desde ahí comentó que sus hermanos buscaban que en algún hospital de la ciudad atendieran a sus padres, porque ayer (miércoles 20) no pudieron por el funeral.
Sin casa, los Hernández Domínguez velaron a Gloria Estefanía en la vivienda de la abuela, en la misma colonia donde se declaró riesgo por su ubicación, pero no tuvo daños mayores. Los Hernández Domínguez estaban distribuidos en cuatro familias alrededor de la casa de los padres.
De acuerdo a la versión de Domitila, sus padres y hermanos, además de buscar donde guarecerse por el riesgo de las réplicas, improvisaron ayer la velación de su hermana de 19 años, quien estudiaba en la ciudad, en la escuela preparatoria 10 de la Universidad Autónoma de Guerrero. Al menos 16 personas que se desprenden de esta familia están en una casa ajena.
Hasta que sepultaron a su hija, de esto ayer por la tarde, don Bernardino y doña Pascuala, buscaron la atención médica. Esta mañana asistieron al hospital del IMSS, pero como no son derechohabientes, tendría que esperar al menos unas tres horas para una posibilidad de atención, entonces, aun sin recursos, se trasladaron a una la clínica privada. “En el seguro había muchísima, pero como mi papá ya lleva dos días y tiene fractura, se le puede infectar el brazo”, comentó Domitila.
La familia se movió a otra clínica sólo con el compromiso informal del gobierno municipal de Iguala de que les cubrirían los gastos. Confiaron porque ayer se hicieron cargo del funeral de Gloria Estefanía.
Los habitantes de Iguala han respaldado a la familia con una campaña en redes sociales, desde donde convocaron a donar a una cuenta a nombre de Domitila, para los gastos que pueda tener la familia que ya comienza a enfrentar la etapa siguiente a la contingencia.