La madrugada del viernes 17 de enero un grupo fuertemente armado entró a la comunidad de Las Pomas, en el municipio de Madera, en Chihuahua, incendiando 22 casas y siete vehículos. Aunque las autoridades no registraron muertos ni privaciones contra la libertad de las personas, casi medio centenar de pobladores se vieron obligados a dejar sus comunidades por la violencia que asecha el estado desde hace más de 10 años.
Por los hechos ocurridos, el Fiscal del estado, César Augusto Peniche Espejel, confirmó que alrededor de 40 personas salieron de la comunidad y se dirigieron principalmente a Ciudad Madera. Otros más se fueron al Ejido del Largo Madera.
Según un Informe de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, publicado en 2018, todos los desplazamientos internos ocurridos en el país estaban relacionados con el uso directo de la violencia, generada por grupos armados organizados.
Apenas en octubre pasado, el mismo municipio fue víctima de otro atentado. En un enfrentamiento entre grupos armados perdieron la vida dos personas, se registraron varios heridos y personas desaparecidas. En esa ocasión también quemaron autos y casas.
Según medios locales, el enfrentamiento habría sido entre el grupo “La Línea”, brazo armado del Cártel de Juárez, y el grupo delictivo liderado por “El Jaguar”, el cual pertenece al Cártel de Sinaloa. Según las autoridades, no hubo registro de víctimas de desplazamientos forzados.
El desplazamiento de las 40 personas en los primeros días de enero, se registra como el primer episodio de este año. Pero fue en 2017, cuando se intensificaron las movilizaciones provocadas por la violencia en Chihuahua.
En 2017 fueron tres episodios de desplazamiento forzado. Las comunidades afectadas fueron Coloradas de la Virgen, El cordón de la Cruz, Mesa Colorada, y El Tepozán, todas pertenecientes al municipio de Guadalupe y Calvo. Otras localidades afectadas fueron Las Varas y El lago, pertenecientes al municipio de Madera.
El número total de desplazados forzados por la violencia provocada por narcotraficantes fue de 693 personas, según la publicación del Informe de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos. Dos de estos tres desplazamientos se dieron entre comunidades indígenas.
El informe también señala que la mayoría de los desplazados se dan entre familias, por lo que mantienen un perfil variado de personas: hombres, mujeres, jóvenes, niños/niñas, y adultos mayores.
Pero lo más grave, fue que en los desplazamientos del 2017, se registró el fallecimiento de por lo menos 14 personas.
Violencia acecha todo el estado
Aunque oficialmente aún no se determinan los episodios de desplazamientos que ocurrieron durante el 2019, fue el año más violento para todo el país.
En Chihuahua, el Sistema Nacional de Seguridad Pública registró 2 mil 167 mil homicidios dolosos. Más de la mitad se culminaron con arma de fuego. Además 15 personas fueron privadas de la libertad.
Además, otro indicador de la violencia y descomposición social es el aumento de los feminicidios registrados en la entidad: 29 en total.
En los primeros 20 día que han transcurrido del 2020, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua ha reportado ya cuatro homicidios dolosos. Esto lo posiciona en el lugar número seis de todas las entidades con mayor número de homicidios registrados hasta el momento.
Pero desde años atrás, en que Chihuahua arde por la presencia de grupos delictivos, no hay un gobierno que logre minimizar estas alarmantes cifras de violencia.
El pasado miércoles, el fiscal César Peniche indicó que la estrategia para reducir las cifras de homicidios dolosos es a mediano y largo plazo. Pero espera que en 2020 no se registre el mismo número que en 2020.
(Brenda Lugo)