GUERRERO (La Silla Rota).- Lo peor que vive Guerrero es la impunidad que ha permitido que se comentan delitos, y no se castigue a los responsables, dijo el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa Salvador Rangel Mendoza quien aseguró que junto a los obispos de la entidad acordaron estar cerca de las víctimas de la violencia, pero también platicar con los generadores de violencia.
Este tarde el obispo ofreció una misa en el estacionamiento del mercado Baltazar R. Leyva Mancilla en Chilpancingo al cumplirse un año del asesinato del líder de comerciantes Juan Serrano, donde llamó a los ciudadanos a fomentar la paz entre los niños.
“Los obispos de Guerrero nos decidimos celebrar un año (2017) que titulamos el Año de la paz con misericordia, porque viendo la circunstancias de nuestros querido estado de Guerrero, hablando de la inseguridad, el narcotráfico, hablando de los secuestros, hablando de la corrupción, y de lo peor que es la impunidad se cometen cosas que no se castigan”, dijo el obispo durante su mansaje a los feligreses.
Expuso que en Guerrero existen cinco obispos tomando en cuenta al de Lázaro Cárdenas quien también tiene bajo su cargo parte de la entidad, quienes habrán de realizar acciones por la paz, ante las circunstancias que enfrenta la entidad.
“Vimos como eran necesario hablar más de la paz aquí en Guerrero, y también dentro de este año trabajar más por la paz, quedamos atender más de cerca a las víctimas de la violencia”.
También acordaron, dijo, “algo más raro, algo más extraño”, que fue atender también a los victimarios “en cuanto haya a la oportunidad en platicar con estas personas que hacen el mal a otras personas”.
Dijo que dentro de las acciones que realizan por la paz, juegan un papel muy importante las familias, pues en ocasiones existen hogares violentos, y los menores los replican en las calles.
Durante la misa pidió a los feligreses que sigan pidiendo a Dios para la paz de Guerrero, y de Chilpancingo, donde dijo regresaron los asesinatos con los dos cadáveres que abandonaron esta mañana cerca de la fiscalía.
Dijo que seguiría pidiendo a Dios de todo corazón que los ciudadanos se sientan seguros andar en la calle, y poder realizar sus actividades de todos los días.
Con su silencio busca contribuir a la paz, y no crear enemigos.
En entrevista al concluir la misa al obispo dijo que la impunidad es lo que da más tristeza en Guerrero, además de que la violencia, y el narcotráfico continúan.
Y antes de que los reporteros le hicieran más preguntas el obispo recordó que había hecho una promesa de hacer una tregua, y no hablar más con los medios de comunicación de la violencia para que la situación se vaya calmando.
“Porque veía que muchas personas estaban amarrando navajas, y esto iba creciendo más, y más, y por eso decidí guardar un silencio para que las cosas se vayan calmando”.
Esto luego de que el mes pasado diera a conocer que se había reunido con integrantes de la delincuencia organizada, y que asegurara que había un pacto entre autoridades, y criminales por debajo de la mesa.
Dijo que no busca que sus palabras o actitudes contribuyan a echarle más tierra al estado, y con el silencio que esta guardando “quiero contribuir a la paz, y no crear enemigos”.
Sobre la postura de las dirigencias del PRD, y Morena en la entidad quienes cuestionaron el pacto con el gobierno del estado para guardar silencio, el obispo dijo que no pactado con nadie, y fue su decisión guardar silencio.
Y aseguró que los partidos políticos quieren llevar agua a su molino, y es lo que no quiere crear polémica, enemistades, y menos que sea utilizado.
Ante los cuestionamientos si ya había sido llamado a declarar por alguna autoridad luego de que revelara que se había reunido con integrantes de la delincuencia, el obispo se negó a responder, y dijo que había decidido guardar silencio sobre el tema.
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